El presidente, Carlos García, y el diputado de Desarrollo Rural, Jesús Martín, asistieron el lunes en Burgos a la ceremonia de entrega de los galardones para expresar “nuestro cariño y dar un aplauso muy merecido a Ángel Rodríguez Sanchidrián , propietario de La Tahona de Sotillo, y a todos los productores que forman parte de la IGP Judías de El Barco, pues son dos productos característicos de nuestra tierra que siguen creciendo, innovando, proyectándose y sumando para hacer provincia”, declaró García.
El galardón para La Tahona de Sotillo ha sido el de Mejor Producto Agroalimentario, mientras que la IGP Judías de El Barco ha recibido el premio conjunto a las legumbres de Castilla y León que cuentan con una Marca de Garantía o Indicación Geográfica Protegida.
El jurado, del que ha formado parte la directora técnica de Ávila Auténtica, Gemma Rodríguez, destacó de La Tahona de Sotillo que “decir Panadería Viuda de Ángel Sanchidrián es decir cien años haciendo pan, conservando el sabor, la textura y el aroma de un pan de verdad, en el que una harina de calidad, el tiempo de reposo, el trabajo y la temperatura son factores diferenciales. Una amplia gama de productos que ha crecido con ellos y una semilla que acaba de germinar junto a otros productores con un mismo objetivo: defender el pan de Ávila”. Ángel Rodríguez es uno de los impulsores de la marca colectiva Pan de Ávila, que aglutina a distintos obradores de la provincia y que ampara la Diputación.
Por su parte, de las judías de El Barco y del resto de legumbres castellanoleonesas, ha apuntado que “nuestra región disfruta de unas legumbres de calidad certificada que tienen nombre y apellidos, que nos dicen de dónde vienen, en que zona se producen”, se ha indicado por parte del jurado, que “suman a las virtudes nutricionales y organolépticas del producto las de contribuir a la supervivencia de la comarca que las produce”. Las judías barcenses fueron el primer producto leguminoso reconocido en España con la figura de la IGP, en enero de 1989.