En las tranquilas orillas del pantano de Aguas Claras, en el río Adaja, provincia de Ávila, se han encontrado los vestigios de un antiguo molino que despierta el interés de historiadores y arqueólogos. Este hallazgo ofrece una nueva ventana al pasado rural de la región, conocida por su riqueza natural y tradiciones centenarias.
El molino, que según los primeros análisis podría datar del siglo XVIII, muestra partes de su estructura original, como las piedras de molienda y fragmentos de muros construidos con piedra local. Su ubicación estratégica, a pocos metros del pantano, sugiere que fue diseñado para aprovechar la fuerza del río antes de la construcción del embalse.
Especialistas del Museo Provincial de Ávila han señalado que este molino era probablemente utilizado para la molienda de cereales, un pilar de la economía de las comunidades rurales en aquella época. Además, el hallazgo podría estar relacionado con otras construcciones similares identificadas en las riberas del Adaja, lo que refuerza la idea de un pasado agroindustrial más activo de lo que se había documentado previamente.
El pantano de Aguas Claras, construido a mediados del siglo XX, inundó una buena parte de las tierras bajas del valle, sepultando bajo sus aguas antiguas estructuras y paisajes. Este descubrimiento, posible gracias a la sequía prolongada que ha reducido el nivel del embalse, ofrece la oportunidad única de explorar lo que quedó sumergido.
Los vecinos de los pueblos cercanos, como Mingorría y Ávila, han mostrado interés en el descubrimiento, compartiendo relatos orales sobre un molino que, según los mayores, habría abastecido de harina a la comarca. Ahora, se espera que las investigaciones arrojen más luz sobre su historia y permitan conservar este fragmento del patrimonio rural de Castilla y León.
¿Podría este molino ser el inicio de más hallazgos en el pantano? Sin duda, los restos nos hablan de un pasado que merece ser recuperado y protegido.