De esta forma y con el nuevo cálculo se han dejado a muchos grandes dependientes con la cuantía mínima que marca la Junta: 31,9 euros mensuales. Y eso a pesar de que el PP presumió de que uno de sus 40 logros desde la llegada de Rajoy a la Moncloa era haber conseguido que "las prestaciones por dependencia por fin llegan a quien más lo necesita".
Los del PSOE de Castilla y León han ejemplificado el recorte en las ayudas a los cuidadores familiares con 17 casos. El portavoz socialista de Familia y Servicios Sociales, Jorge Félix Alonso, señala que "la filosofía" del Ejecutivo regional es que los dependientes soliciten las prestaciones vinculadas al servicio, es decir, que pidan plazas en residencias porque "el Gobierno ha eliminado los conciertos que tenía con los centros privados y éstos se les han echado encima".
De hecho, en las respuestas a algunos dependientes, la consejería defiende el recorte a los cuidadores familiares para "evitar la pérdida de empleo de profesionales en el sector [por cada millón de euros invertido en Servicios Sociales se generan entre 25 y 30 puestos de trabajo, según el Ejecutivo regional], garantizar una atención de calidad de las personas en situación de dependencia mediante la atención profesionalizada y favorecer el acceso a servicios profesionales, reduciendo progresivamente los cuidados informales considerados en la ley como excepcionales".
Estos mismos argumentos son los que ha dado la consejería para justificar la reducción de las prestaciones a cuidadores familiares y el aumento de las ayudas para los servicios profesionales.
"Castilla y León dispone de más de 43.800 plazas residenciales y una ratio de 7,49 plazas por cada 100 mayores de 65 años, frente al 4,75% de la media de España —2,5 puntos por encima de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud—", afirma en un comunicado.
El PSOE, en cambio, denuncia que "la Junta ha recortado el 25% en subvenciones a plazas concertadas y el 40% en subvenciones para horas de ayuda a domicilio".
Por otra parte, el departamento insiste en que la comunidad tiene un alto grado de envejecimiento de la población, de manera que quien atiende a un dependiente es una potencial persona dependiente. "Es previsible que en el año 2040 se haya reducido a la mitad el número de potenciales cuidadores familiares".