En los últimos tiempos el retroceso ha sido evidente. Hay un patente incremento hacia el colectivo LGTBI en cada ámbito de la vida, en las escuelas, trabajo, espacios públicos, etc, mientras las administraciones públicas no logran abordar la situación con la contundencia que merece, haciendo oídos sordos a las demandas de estos colectivos. Buena muestra de ello es que según el último informe del Ministerio del Interior el 40% de los delitos de odio en 2014 fueron causados por orientación sexual o identidad de género.
Es necesario visibilizar que no sólo existe violencia física, sino que la comunidad LGTBI sufre múltiples tipos de violencias que hay que erradicar. Es violencia expulsar a lesbianas y bisexuales de las técnicas de reproducción asistida públicas, es violencia que no se eduque en diversidad afectivo sexual en las aulas, son violencia las reformas laborales que obligan a las LGTBI a volver al armario para poder ser aceptadas en el mundo laboral, es violencia los recortes en políticas de igualdad que condenan a vivir hundidos en la precariedad, es violencia que se retire la medicación a personas migrantes con VIH-SIDA sin tarjeta sanitaria, es violencia que se patologicen las identidades ‘trans’, es violencia que se reprima su voz en las calles.
Por ello Izquierda Unida de Ávila quiere unirse este 28 de junio a las voces que pretenden visibilizar las agresiones que se sufren, haciendo frente con ello a la LGTBIfobia. Una respuesta que, no obstante, sólo puede hacerse con la unidad popular de todas las LGTBI, desde abajo, la unidad popular contra la violencia para ganar las calles y las instituciones, conquistando un nuevo modelo de país en el que los derechos LGTBI sean una realidad. En un momento histórico existe una oportunidad de cambio, la oportunidad de romper las normas del sistema capitalista y heteropatriarcal.