Una caída de la que tampoco se libra, como señala la formación de izquierdas, la capital abulense, que en este arranque de 2016 registra una población de 58.358 habitantes, cuando en 2011 era de 58.933.
Los números no engañan. Ávila ha perdido en cinco años 7.779 habitantes. Números que reflejan la realidad de una provincia en la que escasean las oportunidades laborales y las desigualdades con las provincias adyacentes son una constante.
Cada año que pasa se hace más evidente la necesidad de un cambio de rumbo, de una apuesta en firme por una provincia con potencial por delante, pero a la que el Partido Popular mantiene totalmente olvidada. Los números no mienten-sentencian.