El objetivo, señalan desde el equipo de gobierno, “es impulsar el cultivo de esta judía, cuyo valor gastronómico es reconocido por todo el mundo, a la vez, que recuperar tierras, generar empleo y fomentar el emprendimiento. Para ello, desde el Ayuntamiento ya hemos puesto en marcha distintas medidas como la aprobación de un banco de tierras o la subvención a la compra de semillas. Además, en próximas fechas también se van a acometer obras para el arreglo de distintos caminos rurales y facilitar así, el acceso a las fincas”.
Las charlas versarán sobre distintos aspectos entre los que destacan el rendimiento comercial de la judía o las ventajas de formar parte de la IGP.
En líneas generales, las judías de El Barco de Ávila, debido a la altitud a la que se siembran, las características de la tierra ácida y las aguas limpias y puras con las que se riegan, presentan una piel muy suave y fina, y un sabor muy especial, de tal forma que no hace falta condimentarlas con mucha carne de matanza para que estén sabrosas, a veces sólo con un simple rehogado de verduras ya están listas para comer.