Me cuenta un pajarito que Pablo Iglesias y sus secuaces andan partidos de la risa. No se pueden creer la suerte que han tenido con el cambio de foco en la prensa española.
Ya hasta la prensa internacional se hace eco de que hay sospechas más que fundadas de que el líder socialista ha plagiado en su tesis doctoral por la que le dieron un sobresaliente “cum laude”. Casi na, que diría el castizo.
El ascenso del socialismo tras la moción de censura fue a costa de Ciudadanos, y de Podemos. Pablo, aparte de pavonearse por haber sido quien convenció, negoció e hizo posible que todos se unieran contra Rajoy, contemplaba como sus votantes se pasaban de bando de un día para otro. Sus visitas a la Moncloa, donde salía investido de copresidente, no era muy bien admitido por la militancia, así que la última de Albert Rivera, sacando lo del doctorado del Presidente en sede parlamentaria, ha sido una bendición de Dios.
El zorro de Pablo, que no ha parado de aconsejar a Pedro que debía colgar en internet la maldita tesis, sabe que los periodistas van a tener carnaza durante semanas. Y que mucha suerte tendrá el inquilino de la Moncloa si de esta no tiene que disolver las Cortes y de nuevo a elecciones, incluso a lo mejor con el propio Sánchez apartado de la política, como su amiga Carmen Montón.
Eduardo Inda, de la escuela de El Mundo, así como los del diario ABC, ya han mostrado el aperitivo de lo que tienen en la recámara. No sólo analizarán, con lupa, la tesis. Sacarán las conexiones del tribunal que se formó para dicho doctorado. Y de eso, Pablo, y los de Podemos, son catedráticos. Esperan que, como decía el jesuita Javier Arzalluz, que alguien debía mover el árbol para recoger ellos las nueces.