Por ello, y ante todo, ¡FELIZ NUEVA LUZ!
Lo que suele exclamarse según dicha tradición cultural, es: ¡FELIZ NAVIDAD! y una semana más tarde: ¡FELIZ AÑO NUEVO! Esto sucede porque nuestra religión fijó como celebración –que no nacimiento, la iglesia Católica nunca dijo que Cristo naciese en esta época, sino que celebramos su nacimiento en estas fechas- de la llegada del nuevo hijo de Dios, y lo hizo por la oportunidad política de que las grandes celebraciones del mundo Romano, al que sustituía en la dirección cultural, social y política, eran en estas fechas en las que se alababa a las diosas de la agricultura, Ceres y Cibeles.
Pero no iban muy descaminados porque, heredado del mundo Egipcio, nosotros, por ser ya una cultura agrícola y necesitada de la verdadera luz y calor solar, anhelaba conocer y por ello celebrar, el cambio de ciclo. Por estas fechas se produce, y ellos ya lo conocían con bastante precisión –basta ver Stonehenge- cuál era la fecha del Solsticio de Invierno. La fecha exacta en la que el nacimiento del nuevo ciclo solar produce el que los días crezcan y las noches disminuyan. Este cambio nos anuncia que va a venir más calor, y por ello el desarrollo de las plantas que se han sembrado.
Que cada uno celebre lo que quiera, lo cierto es que por estas fechas –la única verdad científica es la del Solsticio de invierno, este sucede el día 21 de diciembre porque las demás son todas culturales y míticas- tenemos por costumbre y tradición el llevar a cabo reuniones familiares, grandes comidas y aportación de regalos y un mayor y mejor ánimo para el amor, el cariño, la concordia y la mejor convivencia posible. Todo ello siempre es muy bien venido. Por ello, os deseo de sumo corazón a todos/as: ¡FELIZ SOLSTICIO DE INVIERNO, FELICES NAVIDADES, FELIZ AÑO NUEVO! y lo que es más importante y refundición de todo: ¡FELIZ NUEVA LUZ!
Huelga recordar que si se hace con verdaderos afectos, expresando el mejor y más profundo cariño posible, aunque no nos olvidemos, también al lado de unas buenas viandas al huso, los dulces que a cada uno le gusten por tradición, y la mejor disponibilidad a afrontar el futuro, es la mejor forma de demostrar el cambio de ciclo natural y el mejor recibimiento para esa Nueva Luz.
Es posible que no podamos olvidarnos del todo de esta mala pandemia que nos ha tocado vivir. Veámosla como un medio que nos acerque más como humanos y nos permita luchar juntos y sin descanso, con verdadera solidaridad, contra ella y que dentro de unos meses no sea más que un mal recuerdo.
Por mi parte recibid a esa nueva luz como un nuevo deseo renovado de ser entre todos y para todos… Un poco más Humanos.
¡FELIZ NUEVA LUZ! ¡FELIZ SOLSTICIO DE INVIERNO! ¡FELICES NAVIDADES! ¡FELIZ AÑO NUEVO!
Carlos González-Teijón es escritor, sus libros publicados son Luz de Vela, El club del conocimiento, La Guerra de los Dioses, El Sistema, y de reciente aparición Psicología de virtudes y pecados, de editorial, Letras de autor.