En los últimos tiempos, especialmente en todo lo referente a la pandemia que nos asola, cada vez entiendo menos a nuestra clase política, que suele manifestarse de contradicción en contradicción, un día sí y el otro también.
Utilizo el sentido común:
El Gobierno de Navarra está vacunando a unas 1.000 personas diarias. Siendo junto a la CAV las sanidades más potentes del Estado, estamos en el furgón de cola con Madrid. ¿Cómo es posible?
De aquí al verano, que es cuando queremos lograr la denominada “inmunidad de rebaño”, faltan 200 días.
En Navarra somos 650.000 habitantes. Si quitamos a menores de 12 años y los que hemos pasado la Covid-19, que está por demostrar que no la necesitemos, por lo que supongo tendrán que hacernos la prueba correspondiente para confirmarlo, quedan 500.000.
Como son dos dosis serían 1.000.000.
Luego necesitamos vacunar una media de 5.000 diarios, porque al ritmo de ahora tardaríamos unos 1.200 días.
¿Se puede entender?
Utilizo el sentido común:
Leo que el Presidente de Castilla-León, del PP, sigue pidiendo al Gobierno de la Nación "el confinamiento en casa ante el avance imparable de la Covid-19".
También que Pablo Casado, del PP, plantea "un marco nacional urgente para que las CC.AA. puedan confinar".
Y al mismo tiempo la Presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, también del PP, con los peores datos de contagios, ingresos y fallecidos, a lo que se debe añadir los peores datos de vacunación, tiene Madrid con barra libre casi absoluta.
¿Se puede entender?
Utilizo el sentido común:
El pasado miércoles 13 el Gobierno de Navarra anunció nuevas medidas para frenar el avance de la pandemia.
Apenas 24 h después volvió a salir la Consejera de Salud, Santos Induráin afirmando que "El Gobierno de Navarra trabaja ya en nuevas medidas para adelantarse al alza del contagio", lo que parece indicar que reconoce que las de ayer no eran suficientes.
¿Se puede entender?
Utilizo el sentido común:
Todos, absolutamente todos, los expertos, epidemiólogos, científicos o estudiosos de esta pandemia como Juan Martínez, Juan Gestal, virólogos como José Antonio López, o Luis Enjuanes, sanitarios que están en primera línea como César Carballo, Julio Mayol, Juan Torres, y Olga Mediano, expertos como Miguel Sebastián, proponen cada día un confinamiento duro de un mes para intentar frenar esta tercera ola en forma de tsunami.
Nuestros gobernantes mientras tanto miran hacia otro lado, con el virus campando a sus anchas a lo largo y ancho de nuestro país.
¿Se puede entender?
Utilizo el sentido común:
Ante el avance imparable de la pandemia, el ministro Illa hace caso omiso a las voces que desde algunas comunidades autónomas le piden medidas más duras, si no confinamiento al menos instaurar toques de queda de las 20 h incluso las 18 h como en Francia.
¿Se puede entender?
Utilizo el sentido común:
Ante lo que ya se denomina “efecto Illa” de cara a las elecciones en Catalunya, los partidos independentistas que sustentan el Gobern deciden posponerlas hasta el mes de Mayo.
Pero argumentan que es debido a la escalada de la pandemia, cuando en Euskadi y Galicia se realizaron sin ningún problema.
¿Por qué se empeñan todos los partidos, todos, en anteponer sus intereses electoralistas a la lucha contra el virus?
¿Se puede entender?
Y así sucesivamente…
Me sumerjo en una eterna duda que genera inquietud y desasosiego.
¿Realmente el peligro es el virus o nuestra clase política?