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OPINIÓN

4-M: Ciudadanos como voto útil de la izquierda para frenar de raíz a la ultraderecha en Madrid

Locke & Truth | Domingo 02 de mayo de 2021
A tenor de los sondeos, y después de haber vivido la más zafia campaña electoral que se recuerde a izquierdas y a derechas -y no precisamente por la pandemia del Covid-19-, la única opción para que Madrid no se radicalice pasa por Ciudadanos, muy a pesar de ese Partido Popular que ha intentado desintegrarle sin ápice de vergüenza.

Esto es así, y la izquierda se está dando cuenta ahora de ello. Tarde, porque sabe que no suma frente a una Ayuso empoderada y elevada a los altares por la masa, que se ha creído a pies juntillas mentira tras mentira como si hubiese obrado el 'milagro madrileño'.

Un milagro que no ha sido tal, y que ha llevado a esta región a la peor gestión de la pandemia a nivel nacional. Y no lo digo yo, ni lo dicen los expertos a izquierdas y derechas, sino los datos. Da igual de dónde vengan, si del Ministerio de Sanidad o de la propia Comunidad de Madrid. El centro neurálgico del país ha antepuesto la economía a la salud... pero esto tampoco acaba de ser cierto del todo.

¿Que ha habido más libertad? A medias. No nos olvidemos que es ahora la propia Ayuso quien exige restricciones al Gobierno central a partir del 9 de mayo, cuando ella y su nueva vicepresidenta, Rocío Monasterio, tendrán lo que querían: el control de la pandemia. ¡Ah, no! Que es que la líder del PP en la Comunidad de Madrid ya la tenía, y es que vio el supuesto fantasma de la moción de censura -que nunca llegó y ella bien sabía que no iba a suceder jamás-, y se aprovechó de su cargo para llevar a cabo unas elecciones que no tienen sentido, que van a costar millones de euros y que, además, han tenido lugar en plena cuarta ola de la pandemia, algo que ella misma criticó de los pasados comicios en Cataluña a comienzos de año.

Madrid no ha repartido ayudas a quien más lo necesitaba y se ha dejado por el camino decenas de "y vamos a...", que nunca cuajaron. La hostelería ha abierto, sí, pero no mucho más que en otras comunidades donde sí han apoyado de verdad a este sector, y a muchos otros, que se han visto sacudidos por más de un año de parín.

Pese al sinsentido, parece que hay algo claro: Si Ciudadanos sale del tablero político, Vox entra en el Gobierno de la Comunidad de Madrid. Y ahí ha perdido la batalla la izquierda, quien se ha intentado erigir como el azote de la 'ultraderecha' de Abascal, sin profundizar en los datos, topándose con una realidad como un templo, y es que probablemente no lleguen entre PSOE, Podemos y Más Madrid a esa ansiada mayoría que les permita alejar a la derecha de la Puerta del Sol. Por lo tanto, sus mensajes contra la formación verde no van a llegar a buen puerto.

¿La solución? La única y verdadera solución pasa porque los votantes más centrados opten por Ciudadanos, para salvar los muebles de la insidiosa campaña que parece que todo el mundo se ha creído contra la formación naranja, y logren mantenerse dentro de la Asamblea de Madrid.

Edmundo Bal ya ha adelantado su mano tendida a esa Ayuso que intentó dinamitar a su formación, en aras de un Gobierno que, para ellos, sí funcionó. Si bien, no se lo pondrá fácil, ya que los de Arrimadas se han negado en rotundo a pactar nada con lo que consideran la derecha y la izquierda radical -Vox y Podemos-.

Con todo esto, ya hay un sector de la izquierda dispuesta a ir a por el voto útil el próximo martes 4 de mayo, para que sea el abogado del Estado -azote de los nacionalistas y de las corruptelas del PP, el vicepresidente de Ayuso, y no Monasterio, quien ya ha amenazado con empezar la "reconquista" del país desde su capital.

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