Los aspectos definitorios de la forma de ver el mundo de la cultura y los gobernantes de China, podemos decir que pueden ser, lógicamente entre otros, estos tres: Distinción entre gobernadores y gobernados. El comportamiento costumbrista-cultural. Y el sentimiento de grupo social superior y culto, frente al exterior bárbaro.
Clara distinción entre gobernadores y gobernados.- Sabemos que el nacimiento de la cultura China, como poder político, es la de un reyezuelo rayando lo familiar, y por ello, toda su concepción del poder político es la de un padre de familia que dispone de poder absoluto sobre los demás miembros. No existe rendición de cuentas alguna y su único deber es proteger a su familia y procurar, hasta donde pueda, y primero comiendo él y los más cercanos, que todo el mundo pueda alimentarse. Por eso durante toda su existencia, como cultura, no ha variado nada, ni siquiera en los momentos actuales. Y lo que ha sucedido es que, manteniendo más o menos igual los estamentos de abajo -a todos los gobernados- lo que hicieron las distintas familias fue ocupar el poder absoluto, de ahí las distintas Dinastías. E igual hicieron los no Chinos, tales como los Mongoles o los Manchúes. Esa mismísima cultura han aplicado los Nuevos Comunistas -Nueva dinastía con su padre Emperador al frente, Mao, Deng Xiaoping, Xi Jinping- y los demás obedeciendo.
Solo existen dos estamentos, los que tienen el título para aplicar el poder, y los obedientes. Tal es así que, igual que se refleja en la película, El último emperador, de Bernardo Bertolucci, en la que el amarillo solo puede ser usado por el emperador, este le prohíbe a su hermano -son dos niños- que también se vista con ese color. Y esa psicología se traslada en cascada hacia abajo, primero solo existen los propietarios de la tierra y los esclavos de la misma, después solo los grandes comerciantes y sus servidores, y al final… Solo los cuadros del partido Comunista… Y las masas obedientes.
Comportamiento Costumbrista-Cultural.- Si algo se ha de destacar de la Psicología china es, en general, y comparándola con cualquier otra civilización, cultura o imperio, el que toda la población en general se ha comportado desde tiempos inmemoriales, y se comporta, con un gran saber social. Dotan sus costumbres, en un simple pueblo rural, de los máximos conocimientos de la vida social de esa época. De conocimientos de agricultura, botánica, pastoreo o de técnicas refinadas. Esta es la principal característica del pueblo Chino, su cultura técnica que le hará que triunfe siempre frente a la brutalidad guerrera de sus vecinos bárbaros -a los que así les llaman- y que de vez en cuando les conquistan, pero siempre termina triunfando los conocimientos de la naturaleza y la técnica, la verdadera y ancestral “Cultura China”. Son conocidas desde los primeros tiempos en todo el planeta las sedas Chinas finísimas. Las Porcelanas únicas. Ellos inventaron la brújula, la pólvora, las armas de fuego, el papel, la tinta China…
Si algún poso imborrable ha ido quedando y caracterizando desde siempre, de forma invariable, a la Cultura China, han sido los modales educados de sus miembros. Desde el más alto dignatario al más plebeyo de sus habitantes. Destaca su conducta moderada, colectiva, servicial y pensando siempre en los comportamientos educados para el colectivo, es decir, para la convivencia estrecha, y en la mejor armonía.
Sentimiento de superioridad, centralidad y mundo exterior bárbaro.- Ya hemos explicado que todo lo bueno o malo en esta vida solo depende de la cantidad, como el agua. Y que lo bueno siempre lleva implícito lo malo. En este caso esa gran técnica China, para ser laboriosos y educados, así como el que han triunfado a medio y largo plazo frente a todos -absolutamente todos- sus enemigos, les ha hecho sentirse superiores a todas las demás culturas, a las que siempre han considerado brutas y bárbaras. Ellos mismos, ya desde el principio, y algo así significa su nombre (China), se han proclamado “El Imperio del Centro”. Según ellos el resto del mundo gira a su alrededor. Tuvieron que construir la Gran Muralla para defender su civilidad y su muy alta cultura porque todos los demás, en vez de construir la suya, lo que pretendieron siempre fue robarles la que ellos disponían. Ellos eran los cultos, civilizados, buenos administradores, tecnificados y especializados agricultores -ellos inventaron los injertos en los árboles para mejorar las especies- y diligentes comerciantes, y todos a su alrededor unos pendencieros ladrones que lo único que sabían hacer era olerle el culo a sus rebaños…Y luchar como salvajes.
El sentimiento de los gobernantes y personas de a pie, Chinas, en general, es que ellos son superiores a todas las demás culturas, a las que consideran bárbaras y mal educadas.
Se apoyan en su milenaria tradición, en sus modales mucho más refinados, e incluso en su aspecto físico mucho más cuidado y urbano. Basta ver a las mujeres chinas, con cuerpos esbeltos y ágiles. Hasta racialmente se han refinado y han conseguido una clarísima uniformidad.
Estas tres características anteriores han hecho de la cultura China algo muy definido: Laboriosos, trabajadores, ahorradores, educados, instruidos en las ciencias, colectivos y solidarios. Pero, posiblemente lo malo, es que les ha hecho creerse superiores, porque se ven grandes artesanos y mejores comerciantes.
Quizá su profundo problema es contestarse a una indeleble pregunta, ¿Cómo se integrarán con las demás culturas y civilizaciones, y qué mecanismos adoptarán para convivir con ellas sobre el planeta Tierra?
¿Querrán simplemente imponer su alta cultura, o aceptarán semáforos y rotondas para poder circular con los demás?