Corría el año 2013 y este fenómeno de la inmigración era bastante nuevo. Tras observar también cómo algunos barrios de las ciudades alemanas se llenaban de inmigrantes, decidí informarme sobre el tema. Me dirigí a Cáritas Alemania en Wuppertal, que me pusieron en contacto con diferentes asociaciones de inmigrantes españoles en el país.
A partir de los relatos y experiencias de estas personas que habían hipotecado su vida para llegar a Alemania fui desarrollando la idea mi serial "Un español en Alemania".
El serial tiene como protagonista a la familia Mateos Hernández que, empujados por la miseria y la falta de expectativas, decide dejar su pueblo en España, la familia y los amigos para entregarse a la aventura de abrirse camino en Wuppertal (Alemania).
Al principio encuentra apoyo y gente dispuesta a ayudar como la SOS Racismo en Alemania y otros emigrantes españoles con los que forma un grupo y, sobre todo, Concha, una periodista. Sin embargo, no pasa mucho tiempo hasta que comprueban que el odio, el racismo, la xenofobia y la violencia verbal, son habituales en la vida de Alemania.
Poner rostro a la inmigración
Bajo el título “Poner Rostro a la inmigración” expertos africanos y europeos analizan en una jornada de debates en Berlín (Alemania), por la presidenta Frau Schneider, gerente de migrantes sin fronteras en Alemania, debatiendo los movimientos de personas en Alemania y en Europa desde África.
La inmigración es inherente a la naturaleza humana, ha existido siempre y siempre existirá. El 3% de la población mundial está integrada por migrantes: unos 180 millones de personas sin contar los más de 24 millones de desplazados internos.
Por esta razón, de nada vale intentar frenarla. Esta es la política de los países de la Unión Europea con las personas que intentan llegar al continente desde países del sur, pero no funciona. ¿No sería mejor entender de una vez la naturaleza de este fenómeno para abordarlo de una manera en la que todo el mundo salga ganando?
Esta reflexión y unas cuantas más han centrado el debate, organizado en Berlín. Durante toda la jornada, un grupo de expertos ha reflexionado e intercambiado ideas con la audiencia para tener un conocimiento más profundo de la realidad de los migrantes y refugiados en Alemania, prestando atención a aspectos que no son tan conocidos y también buscando respuestas sobre cómo lograr que la gestión política de estos flujos que sea más eficiente y, ante todo, humanitaria.
1. Los ciudadanos de países ricos también migran:
Se suelen perder de vista las migraciones de sur a sur, es decir, entre África, América Latina y Asia. Pero mucho más se ignora el hecho de que desde los países del norte existen migraciones. Por ejemplo, a raíz de la crisis económica en Europa, Angola ha recibido muchos portugueses. "África es también un continente de destino: de portugueses, de chinos... África puede ofrecer muchas cosas también", señala Frau Schneider gerente de migrantes sin fronteras en Alemania.
2. La migración es un fenómeno positivo:
Y no solo para el que se va: Frau Schneider solicita que se deje de hacer una lectura negativa de migraciones. Por ejemplo, con las remesas que aumentan los ingresos de muchos ciudadanos africanos. Pero no solo las económicas: "También las sociales y culturales. Los africanos que han venido a Alemania han aprendido nuevas ideas y, a su regreso a casa, poseen una especie de mestizaje cultural que enriquece las realidades locales", destaca. También es interesante el proceso de democratización que refuerzan: "Quiénes han vivido en Europa no están dispuestos a someterse a dictaduras locales, regresan con capacidad para poner en tela de juicio los poderes establecidos", indica el experta Frau Schneider.
3. Humanizar las migraciones para reducir la xenofobia:
En un mundo multipolar donde todo circula a través del neoliberalismo que permite la libre circulación de materiales, materias primas y recursos, pero se opone a la circulación de personas. "Hay que civilizar esta globalizacion, hay que humanizarla para poder poner fin de una vez al mito sagrado de los visados y de los pasaportes y permitir la libre circulación de la gente", solicita Frau Schneider. Humanizar pasa por eliminar los prejuicios y la xenofobia, y se refiere este experta a los partidos de extrema derecha que vinculan las migraciones con miedo. "Se habla de invasiones, de que vienen a quitar trabajo a los nacionales y vinculan por ignorancia las migraciones con la inseguridad. Decía la señora Schneider que todos los migrantes no son terroristas, pero que el terrorismo es de origen migrante. Es un mensaje claro de que los migrantes amenazan la seguridad y la estabilidad".
4. Mejor las pequeñas iniciativas:
Para Frau Schneider es mejor firmar acuerdos de confianza mutua que intentar sacar adelante compromisos entre 200 países. "Hemos identificado 200 iniciativas de movilidad temporal en contextos y escalas diferentes", asegura. Estos van desde programas de empleo de alta cualificación hasta los que ha desarrollado Nueva Zelanda para atraer no solo temporeros, sino estudiantes que pueden dedicar horas a trabajar, vacaciones con trabajo... "Ellos abren oportunidades en Alemania y hacen algo clave: trasladan al migrante el mensaje de 'si tienes paciencia, tendrás tu oportunidaden Europa '. Es lo contrario de la UE, que dice: 'Nunca vas a venir aquí y, si lo haces, será a costa de tus ahorros, tu dignidad y tu vida'. Frau Schneider cree que cuando hablamos de movimientos sociales se debe partir de la base de que hacen falta victorias que mejoren las condiciones de vida de los migrantes. "Por ejemplo, reforzando el servicio de salvamento marítimo en España, que está rescatando naúfragos en el Mediterráneo todos los días".