Su proyecto ‘Biomasa para edificios municipales’, avalado por la Agencia Provincial de la Energía (APEA) de la Diputación, consiste en la instalación de una caldera de biomasa centralizada que suministra calefacción y agua caliente a diez edificios municipales utilizando la astilla como combustible.
A la ceremonia de entrega de los XIII Premios EnerAgen han asistido tanto la alcaldesa de El Tiemblo, Henar González, como el diputado de Energía, Turismo y Asuntos Europeos, Armando García Cuenca, y la directora de la APEA, Luisa Martín.
La alcaldesa se ha mostrado “muy satisfecha de que nuestro municipio sea referente en eficiencia energética”. Que se le reconozca el trabajo realizado en este ámbito “es un orgullo para nuestro Ayuntamiento”, ha añadido. González considera que hay que “seguir avanzando en este camino de búsqueda de la excelencia en todo lo que se refiere a la sostenibilidad” porque “además de apostar por el medio ambiente, este proyecto redunda en un ahorro significativo para las arcas municipales y para los tembleños”.
Por su parte, Armando García Cuenca ha precisado que, aunque la biomasa lleva bastantes años en el mercado, “puede calificarse como producto novedoso en cuanto a que la industria de fabricación y distribución de este tipo de calderas y combustibles aún no ha llegado a su cuota óptima en el mercado energético y, por tanto, queda un largo camino por recorrer en cuanto a servicios y precios por parte de las empresas fabricantes, instaladoras y suministradoras, situación que se espera irá mejorando con el paso de los años”. El diputado ha felicitado “al Ayuntamiento y a todos los vecinos de El Tiemblo por este reconocimiento que, seguro, va a servir de ejemplo para otros municipios abulenses en el futuro”.
El proyecto, promovido por el propio Ayuntamiento de El Tiemblo, comenzó en 2016. En una primera fase se construyó un sótano en una ubicación estratégica para albergar la caldera de biomasa, así como a la posterior ejecución de toda una red (zanjas y tuberías) para el suministro de agua caliente y calefacción a los edificios municipales. Los edificios alimentados por la caldera de biomasa son la Casa de la Cultura -alberga la biblioteca, el cibercentro, la ludoteca y diversas salas polivalentes-, la Comisaría de Policía Local, el Banco de Alimentos, dos casas rurales, una escuela infantil, un colegio público, un albergue, el propio Ayuntamiento, así como oficinas y lugares de equipamiento de los trabajadores municipales.
La segunda fase de la instalación se llevó a cabo en 2021, con un coste total cercano a los 21.000 euros. En febrero de ese año se procedió a la instalación del agitador de astilla, elemento ubicado en el depósito de 50 m2 donde se almacena la carga de astilla para evitar atascos y airear la carga. En el mes de junio se instaló el tornillo sin fin, encargado de transportar la astilla desde el depósito hasta la caldera, y en diciembre se instalaron las bombas de impulsión y conexión a los circuitos existentes que llegan a los distintos edificios.
Este 2022 será el de la puesta en marcha de los proyectos implementados, con los que se conseguirán hitos importantes en lo que a ahorro y eficiencia energética se refiere.
Esta iniciativa fomenta la transición energética en un proyecto a gran escala para El Tiemblo, donde lo habitual es encontrar calderas de gasoil en los edificios municipales. Uno de los beneficios que genera emplear una fuente de energía renovable como la biomasa en este proyecto, es la posibilidad de sustituir el uso de combustibles fósiles en esta decena de edificios municipales, lo que también conlleva reducir el impacto ambiental que ocasiona la obtención de dichos combustibles, así como las emisiones a la atmósfera que generan.
La eficiencia del sistema elegido es otra de las ventajas de este proyecto, ya que cuenta con un único punto de generación de agua caliente y un sistema de tuberías enterradas y correctamente aisladas, que la hacen llegar a los distintos edificios municipales, todos ellos ubicados en un radio de acción de 200 metros desde la caldera.
El ahorro económico que se obtiene también es evidente. Por un lado, se trata de una inversión a largo plazo, ya que centraliza en un único punto y en una única caldera lo que antes precisaba de diez sistemas individuales de generación de agua caliente y calefacción, reduciendo drásticamente el coste medioambiental que conlleva la fabricación de cada caldera individual de cara a su reposición.
Por otro lado, el ahorro también es elevado en lo que a coste de suministro de biomasa y mantenimiento de una única caldera se refiere, circunstancia que se
suma al hecho de que todos los edificios incluidos en este proyecto, presentan buenas condiciones de eficiencia energética, siendo construcciones antiguas de muros gruesos, varias de ellas con reformas recientes, con ventanas que llevan vidrios dobles e incorporan cámara de aire, etc.