Ha sido el propio afectado el que ha denunciado la situación en sus redes sociales, algo que, como recuerda la organización, "podría ser un delito de odio".
El director de la Oficina de Delitos de Odio de la ONG Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, ha anunciado que, además de apoyar jurídicamente a García para "emprender las acciones pertinentes para su defensa", informará a la Fiscalía de Delitos de Odio para que investigue el caso y adopte las medidas oportunas contra la alcaldesa.
Al parecer, el afectado lleva tiempo denunciando en las redes sociales "vejaciones" e "insultos", presuntamente, por Montserrat Hernández, alcaldesa del Partido Popular de esta pequeña localidad desde las elecciones municipales de 2015.
Explica que esto ha venido motivado porque no la votó en los últimos comicios, es decir, los de mayo de 2019.
De los insultos a las amenazas
Nicolás cuenta en un vídeo que cuida desde hace tiempo a su madre centenaria, y por ello solicita ayuda legal, pues la alcaldesa ha pasado de los insultos a amenazarle con "quitarle a su madre" porque no está capacitado para cuidarla, tal y como refiere.
”¿Qué le hemos hecho nosotros para que nos haga esto?”, se pregunta su madre, quien quiere terminar sus días en casa junto a su hijo.
Antecedentes de la alcaldesa
La alcaldesa Monserrat Hernández ya fue condenada en el año 2014 por injurias y amenazas a una pareja homosexual del pueblo y por tres faltas de coacciones a la arrendataria del bar municipal, según informaron medios locales y confirmaron este martes a Servimedia fuentes del PP.
Según la sentencia del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Piedrahíta, Hernández llamó "maricones de mierda" a la pareja de homosexuales, por lo que fue condenada en un juicio de faltas, ya que entonces no existía el delito de odio.
Desde el PP de Ávila, fuentes oficiales aseguraron a Servimedia que el incidente actual entre la alcaldesa y Nicolás García se circunscribe a "situaciones personales" o "rencillas de pueblo" propias de una localidad pequeña como San Bartolomé de Béjar, que cuenta apenas con medio centenar de habitantes. Por ello, el PP descarta por ahora adoptar medidas disciplinarias contra la alcaldesa.