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OPINIÓN

"Piedras del Hambre"

(Foto: Dr. Bernd Gross).

Un español en Alemania

Jose Mateos Mariscal | Viernes 09 de septiembre de 2022
La fuerte sequía en ríos de Alemania está dejando al descubierto las llamadas Hungersteine (Piedras del Hambre), que contienen advertencias en algunos casos centenarias, relacionadas con el peligro de hambrunas que traía en el pasado el bajo nivel de los ríos.

"Si me ves, llora", dice la inscripción en algunas de las piedras que otra vez pueden verse y que forman parte de una tradición que se remonta hasta el siglo XV.

Esa leyenda aparece, por ejemplo, en una piedra encontrada en el río Elba, que data de 1616. En el siglo XIX muchos viajeros, en momentos de sequía, registraron las Hungersteine y escribieron sobre ellas. Actualmente, el problema no es tanto la amenaza que implica la sequía para la agricultura como los problemas que el bajo nivel de los ríos trae para el Transporte fluvial, según la Confederación de la Industria Alemana (BDI), es una amenaza para las cadenas de suministro, lo que puede afectar toda la actividad económica.

Además de los problemas para la industria, la sequía y el bajo nivel de los ríos representan una amenaza ecológica. "Si me ves, llora", ha sido relacionada con el hecho de que una de las consecuencias de la sequía era que hubiese malas cosechas, lo que a su vez podía desembocar en hambrunas.

"Si me ves, llora"

‘Un español en Alemania’ narra la historia de una mujer migrante, que en el año 2020 decide abandonar España junto a su pareja, en busca de un nuevo comienzo y un sueño de prosperidad en Alemania. La historia es más relevante que nunca, y es que convoqué una reunión con diversas mujeres españolas que han llegado a Alemania en los últimos años para entender cómo se sienten y qué sentimientos mueven a aquellas personas que deciden dejar su país en busca de una vida mejor. Es una historia sobre el mundo de hoy, sobre quiénes somos, qué causa la migración y por qué las personas se convierten en refugiados, que creo que el serial ‘Un español en Alemania’ hará que el público sienta una variedad de emociones: esperanza, miedo, amor y tristeza.

María Eugenia tiene 24 años y vive en Düsseldorf, trabaja en una empresa de reformas y renovaciones. Es la segunda vez que decide irse a ese país del norte; la primera fue por un año y ésta en la que ya lleva siete meses ya no piensa en regresar a España. Estudió ingeniería en la Facultad de Humanidades de la Universidad de Santiago de Compostela y dejó los estudios en un momento que no sabía exactamente qué rumbo tomar y, tras meses de no tener una actividad fija, tomó la decisión de emigrar.

“Porque tú sabes que en cualquier lugar si no tienes una carrera, si no tienes oportunidades, como le llamamos, no puedes hacer algo bueno y no pasas de un sueldo de 10 euros la hora, si bien te va. Un día estaba con mi mejor amiga que ya había estado aquí como medio año y me dijo '¿Y por qué no nos vamos a Alemania?'; y como pudimos conseguimos todo y nos venimos porque queríamos centrarnos un poquito”.

La primera vez que salió de España con un trabajo en Alemania hizo de todo y se encontró con múltiples oportunidades, lo que notó como una gran diferencia de lo que ocurre en su país.

Ese año (2020) como las cosas se pusieron muy feas por el Covid, las personas ya tenían como su gente aquí y no te dejaban entrar mucho a sus grupos por lo mismo porque aquí la pandemia estuvo muy fea y trabajé en construcción, demoliendo casas, manejando máquinas, limpieza de nieve, yo creo que estuve como en 12 trabajos”.

Sin embargo, sí se encontró con casos de discriminación y machismo por ser mujer en Alemania, pues a ellas las encasillan en trabajos de limpieza o como lavaplatos y los hombres se pueden desempeñar en las áreas de construcción o demolición por lo que llegan a ganar más. Con el dinero que reunió en esa ocasión regresó a España con la meta de estudiar para Sobrecargo, lo que no se logró pues tuvo que invertir sus ganancias en otras necesidades y ese sueño quedó truncado.

Luego de eso, se fue a Logroño donde vivía con su mejor amiga y empezó a trabajar en una fábrica de botas, pero el dinero era insuficiente y los problemas de inseguridad económica rreciaba por lo que por segunda ocasión decidió partir a Alemania.

Ahora, diariamente se levanta a las 6 de la mañana para llegar a su trabajo, gana cerca de 2 mil 200 euros al mes, que, aunque en España pudiera ser una buena cantidad, Düsseldorf, donde vive son de las ciudades más caras de Alemania lo que implica gastar más. Lo más difícil para ella ha sido estar lejos de su familia y no participar de eventos especiales e incluso dolorosos; aun así, asegura que el sacrificio, comer comida fría, recibir insultos o discriminación vale la pena por poder ayudar a sus seres queridos y tener una mejor oportunidad de vida.

“Porque pasan fiestas, navidades, cumpleaños incluso hasta pérdidas familiares y tú no puedes hacer nada porque dices si voy, después cómo regreso, eso es lo que más te pega, todos cuando llegamos aquí, todos llegamos a un momento donde nos da depresión, en este país se vive una soledad tan grande porque el clima nos afecta, todo nos afecta porque la mayoría del tiempo del año nieva y hace frío y la gente siempre anda como de mal humor y eso se contagia y lo más difícil es salir de la depresión en la que estamos metidas”.

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