La Casa-Museo Unamuno ha enriquecido su fondo documental con la incorporación de dos cartas manuscritas de Miguel de Unamuno al periodista Eduardo Gómez de Baquero, fechadas en 1903 y 1908. Estas cartas revelan la relación personal entre ambos, a pesar de sus diferencias ideológicas. En una de las misivas, Unamuno menciona su defensa a Gómez de Baquero durante el destierro por Primo de Rivera, mientras que en la otra habla sobre su obra "Recuerdos de niñez y de mocedad". Esta donación subraya la importancia del intercambio epistolar en la historia cultural española y destaca la figura de Gómez de Baquero como un crítico literario influyente hasta los años 30. La Casa-Museo continúa preservando este legado literario, esperando encontrar más correspondencia del autor.
La Casa-Museo Unamuno ha dado un paso significativo en la ampliación de su fondo documental al incorporar dos cartas originales del célebre escritor Miguel de Unamuno dirigidas al periodista y crítico literario Eduardo Gómez de Baquero, conocido por el seudónimo de Andrenio. Estas misivas, fechadas en 1903 y 1908, ofrecen una mirada íntima a la relación entre ambos durante la etapa en que Unamuno se desempeñaba como rector de la Universidad de Salamanca.
En una de las cartas, Unamuno sugiere a Gómez de Baquero que lea a Luis Maldonado, un amigo cercano, y menciona su papel como rector, así como su defensa valiente ante el destierro impuesto por Primo de Rivera en 1924. La otra carta, escrita en 1908, revela que el autor acaba de finalizar su obra “Recuerdos de niñez y de mocedad”, la cual describe como “su sentido homenaje a Bilbao y a los bilbaínos”.
Luisa María Pascua, promotora del Premio Alumni–Universidad de Salamanca a la excelencia académica “José Manuel Gómez Pérez”, junto con Antonio Sánchez-Calzada, secretario del Consejo Social de la Universidad de Salamanca, han sido los responsables de entregar estas cartas. Según Ana Chaguaceda, directora de la Casa-Museo Unamuno, las misivas fueron “encontradas por casualidad en documentos familiares” y evidencian la profunda conexión entre Unamuno y Gómez de Baquero, a pesar de sus diferencias ideológicas.
Chaguaceda destacó que esta relación epistolar es notable para los estudiosos, ya que Gómez Baquero transitó entre posturas conservadoras y moderadas en sus primeros años, mientras que Unamuno mantenía visiones más progresistas. Sin embargo, hacia el final de su vida política, Gómez se acercó más a las ideas que defendía Unamuno.
La donación se suma al rico acervo documental que resguarda la Casa-Museo Unamuno. Actualmente se conservan alrededor de diez cartas enviadas por Gómez Baquero a Unamuno, algunas sin fecha específica. Estas correspondencias son fundamentales para reconstruir y fortalecer la comprensión sobre la interacción entre estos dos personajes históricos.
A lo largo de su vida, Miguel de Unamuno recibió aproximadamente 25.000 cartas provenientes del mundo entero y escribió muchas más. Esto abre la posibilidad de que existan otras cartas guardadas por particulares que aún no han sido donadas o que se encuentran en lugares inesperados.
Eduardo Gómez de Baquero (1866-1929), bajo el seudónimo Andrenio, fue un periodista y crítico literario cuya trayectoria es difícilmente clasificable. Su vinculación con el periodismo, el ámbito universitario y la judicatura le permitió desempeñar una labor cultural y social destacada en su época. Es considerado uno de los críticos más relevantes hasta bien entrada la década de 1930.
Estudió Derecho y Filosofía y Letras en la Universidad Central donde tuvo como maestros a Francisco Giner de los Ríos y Azcárate. Aunque su aspiración era dedicarse a la docencia, optó por ingresar al Cuerpo de Letrados del Ministerio de Gracia y Justicia mientras abría su propio despacho legal.
Su carrera periodística comenzó en el diario conservador “La Época”, reflejo fiel de sus inclinaciones políticas juveniles. Posteriormente asumió la crítica literaria en “La España Moderna”, donde ganó reconocimiento como crítico destacado. También colaboró con “El Imparcial” tras sustituir a Leopoldo Alas “Clarín” y participó activamente en “La Vanguardia”.
A partir de 1918 se distanció del conservadurismo al unirse al Partido Liberal, trabajando en medios afines a la izquierda como “El Sol” y “La Voz”, hasta su fallecimiento. Durante la dictadura de Primo de Rivera se convirtió en un intelectual opositor al régimen mediante manifiestos y artículos en defensa tanto del régimen democrático como del propio Miguel de Unamuno; muchos fueron censurados.
En 1925 fue admitido en la Real Academia Española con el discurso titulado “El triunfo de la novela”, falleciendo cuatro años después.
La Casa-Museo Unamuno ha ampliado su fondo documental con dos cartas originales manuscritas del escritor Miguel de Unamuno al periodista y crítico literario Eduardo Gómez de Baquero.
Las cartas datan de 1903 y 1908.
En una de las cartas, Unamuno recomienda a Gómez de Baquero que lea a Luis Maldonado y menciona que será rector de la Universidad de Salamanca, defendiendo a su amigo al ser desterrado por Primo de Rivera en 1924.
Unamuno menciona que acaba de terminar la obra “Recuerdos de niñez y de mocedad”, calificándola como “su sentido homenaje a Bilbao y a los bilbaínos”.
Las cartas fueron depositadas por Luisa María Pascua y Antonio Sánchez-Calzada, quienes las encontraron por casualidad en documentos familiares.
A pesar de sus diferencias ideológicas, existía una estrecha relación entre ambos personajes, lo cual se evidencia en la correspondencia que mantenían.
A día de hoy se conservan alrededor de una decena de cartas enviadas por Gómez Baquero a Unamuno.
Eduardo Gómez de Baquero (1866-1929), conocido por su seudónimo Andrenio, fue un periodista y crítico literario destacado en España, vinculado al mundo periodístico, universitario y a la judicatura.