El corredor madrileño del Saxo Bank culminó una machada histórica con un ataque épico a falta de 50 km para el final y consigue el ansiado maillot rojo. Joaquim Rodríguez “reventó” y Valverde a la postre se coloca segundo en la general.
Un ciclismo a la antigua usanza es lo que hoy realizó Alberto Contador en la 17ª etapa de la Vuelta a España entre Santander y Fuente Dé. La gesta del corredor de Pinto pasará a los anales de la historia.
Pocos pensaban que Alberto pudiera hacer frente a un Joaquim muy fuerte tanto moralmente como físicamente pero el ciclismo es el ciclismo. Con constancia y sacrificio el pinteño mostró esa raza que le caracteriza y el juego que da siempre sea cual sea la carrera que él compita.
El inicio de la etapa transcurrió de manera muy rápida para los corredores por los intentos de numerosos equipos de colocar corredores en la fuga con el fin de conseguir una victoria de etapa que en ésta Vuelta les ha sido muy difícil.
Una escapada de 11 corredores pudo conseguir algo de tregua pero la avanzadilla de la cabeza de carrera no duro demasiado. Hombres como Henao, Moncoutié, Bollema estaban en ese grupo, además de dos hombres de Saxo Bank; Jesús Hernández y Paulinho.
Después de que la cabeza de carrera coronase el puerto de Ozalba (3ª), la fuga afrontaba la Collada de la Hoz (2ª) sin saber lo que ocurría en la cima. Alberto Contador vio que tenía dos hombres por delante y en el pelotón los corredores llevaban malas sensaciones. Joaquim estaba de nuevo en la parte trasera. Se tomó un respiro y a falta de 1 km para el final se llevó la mano al pinganillo y gritó: “¡Full gas!”. “¡Full gas!”. “¡Full gas!”. Alberto no se lo pensó y atacó a falta de 50 km para el final.
Todo el mundo pensó que era una locura pero lo que hace grande a los corredores son las machadas, las gestas que siempre serán recordadas por todos. Era o todo o nada. Joaquim en pleno nerviosismo no trató de salirle a rueda pensando que era una locura lo que estaba haciendo el pinteño. Valverde tampoco hizo ningún movimiento.
Por su parte Alberto Contador con su gran punta de velocidad y ese baile en la bicicleta atrapó a los escapados una vez coronado el puerto. El equipo Saxo Bank realizó un movimiento táctico arrriesgado pero que podía ser efectivo. Las diferencias en la bajada con el grupo de Joaquim y de Valverde estaban en torno a los 30 segundos. El ataque provocó que se fracturara dos grupos, uno donde iba Valverde y Joaquim, y otro que se quedó como el pelotón principal donde iba Froome, que ya se olvidaba de sus opciones de pódium.
El ritmo de Jesús Hernández aumentó las diferencias poco a poco y ya una vez se apartó Jesús entró Paulinho. El corredor portugués hizo un gran trabajo a Contador que vio como las diferencias con Joaquim estaban por encima del minuto y medio. El ritmo de Losada (Katusha) no pudo contrarrestar el empuje del Saxo Bank. Purito se vio sin aliados pensando que el Movistar le pudiera echar una mano.
Una vez se apartó Paulinho, Contador disputó el sprint bonificado que estaba a 18 km para el final de la etapa. Logró 6 segundos importantes que recortaban la diferencia con Joaquim en la general. Al pinteño le siguió Tiralongo (Astana) un gran amigo suyo, que juntos han compartido durante un par de años, penas y glorias en el equipo Astana. Tiralongo ayudó a Alberto a que la diferencia aumentase, que estaba ya por encima de los 2 minutos. La victoria de Tiralongo en la séptima etapa del Giro de Italia 2011 estaba aún de aliciente ya que Alberto le dejó ganar con tal de que su amigo consiguiera la victoria mientras él luchaba por la “maglia rosa”.
Ya en el inicio a Fuente Dé, Contador decidió irse solo y dejó al italiano en busca de la gloria y del reconocimiento. Con su habilidad y su “baile” característico en la bicicleta, Contador empezó a dar todo lo que tenía. El grupo perseguidor estaba a 38 segundos y el grupo de Joaquim a 2:10.
Ya en la subida para el grupo del líder aprovechando que Valverde tenía dos corredores por delante, el murciano atacó y reventó a Joaquím buscando por qué no la segunda posición en la general. El trabajo de su compañero, Nairo Quintana, elevó a Valverde a sacar una gran ventaja con Joaquim y a acercarse poquito a poco a Contador.
El ritmo del colombiano del Movistar provocó que Valverde soñara incluso con la etapa. Uno a uno iban superando ambos corredores a los ciclistas que aún quedaban de la escapada.
A falta de 6 km para el final, una vez se apartó Quintana entró su compañero, Intxausti, que se rezago de la fuga para echar una mano a su jefe de filas. El ritmo de Intxausti, aumentó más la posibilidad de que Valverde consiguiera la etapa. Mientras por delante, Alberto veía que le podía suceder lo mismo que en Alpe D´Huez donde a falta de 4 km se le escapó la etapa al quedarse sin fuerzas después de ese gran ataque que realizó en el Télégraphe.
A falta de 3 km, Valverde se encargó de tirar del grupo en el que estaba inmerso y se acercó a Contador hasta los 30 segundos. Las diferencias se redujeron hasta el último km cuando Valverde ya estaba a 10 segundos pero vio como alguna indecisión en ese grupo le costó la etapa. Alberto encaró los últimos 500 metros con fuerza y ya saboreando la victoria se olvidó de la habitual pistola cuando gana una etapa, esta vez agitó los brazos y soltó toda la rabia que tenía por el año que había pasado por la sanción. Es la primera victoria del corredor español después de la sanción. Valverde acabó en segunda posición a 6 segundos del vencedor. Joaquim entró a 2:38 de Alberto.
Después de esta gran etapa, Alberto es el nuevo líder con 1:52 de ventaja sobre Valverde y 2:28 sobre Joaquim, el gran damnificado del día.
En meta Contador respondió a las preguntas de los diversos medios de comunicación y se sinceró: "No estoy en mi mejor momento pero tenía ganas. Ser segundo está bien pero no me vale. Es un paso importante aunque no definitivo. Se lo dedico a toda la gente que ha estado a mi lado en los momentos malos y a mis compañeros de equipo que han tirado mucho dejándose la piel. He ganado gracias a ellos. Este día está entre los más felices de mi vida. Ha sido impresionante".
El pinteño reconoció que era una locura atacar tan pronto porque las fuerzas estaban muy justas, además de que había atacado por instinto. “No lo tenía pensado. Tenía en la cabeza intentarlo a tres kilómetros de meta pero no esto. Cuando me he atrevido tenía un ángel y un demonio a mi lado que me decían que no arriesgara o que fuera a por la carrera. El que no arriesga no gana. Esta carrera quedará para la historia. Estas lágrimas son de emoción porque ha sido duro todo por lo que he pasado".
Esta Vuelta no ha terminado mañana vuelve con un nuevo episodio entre Aguilar de Campo y Valladolid. El viento puede ser un nuevo factor de nerviosismo entre los corredores.