Si Nuclenor, empresa propietaria de la planta, no solicita una prórroga la central deberá cesar su actividad en 2013.
Las administraciones de Castilla y León apuestan por el mantenimiento de la central nuclear Santa María de Garoña más allá de 2013, después de que Nuclenor, empresa propietaria de la planta, no haya presentado la solicitud de prórroga en el plazo establecido.
El pasado 5 de septiembre, la empresa Nuclenor hizo público un escrito en el que afirmaba que no presentaría la solicitud en plazo por no ser factible la toma de una decisión sobre el futuro de la central ante la actual situación de incertidumbre sobre la reforma del sector eléctirco. El titular de la central señalaba como principales causas la falta de información sobre las medidas que el Gobierno considerará para solventar el denominado régimen de tarifa y, por tanto, la imposibilidad de análisis de dichas medidas y sus consecuencias.
La empresa considera, sin embargo, la posibilidad de presentar una solicitud de prórroga si las condiciones finales de la reforma del mercado eléctrico y el posible cobro de algún nuevo impuesto autonómico garantizan la rentabilidad de la instalación nuclear. Un nuevo plazo de solicitud requeriría la publicación de una nueva orden ministerial.
José Antonio de Santiago, portavoz de la Junta de Castilla y León, y Borja Suárez, portavoz de la Diputación de Burgos, han solicitado al Ejecutivo la pronta resolución de los procesos para el esclarecimiento de la futura regulación del sector eléctrico.
De Santiago afirmó durante la rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno que la Junta nunca se ha planteado cobrar una ecotasa a la planta de Garoña.
Por su parte, el alcalde del Valle de Tobalina, Rafael González Mediavilla, ha afirmado que el cierre de la nuclear en 2013 sería perjudicial para la zona ya que supondría la pérdida de puestos de trabajos y el cese del cobro por parte de los ayuntamientos de los impuestos que pagan Garoña y las empresas asociadas.
Francisco Castejón, portavoz de asuntos nucleares de Ecologistas en acción, ha apostillado que la actitud de Nuclenor es de “pulso al Gobierno” y que los requerimientos de la empresa sólo buscan aumentar la rentabilidad de ésta, teniendo en cuenta que las actuales condiciones de la central no son las idóneas y su mantenimiento podría suponer un gasto superior al previsto