Joaquín ABAD | Viernes 21 de noviembre de 2014
Y es que está en su naturaleza. Los empresario, los grandes empresarios que se encargan de dar servicio de limpieza, por ejemplo, a grandes ayuntamientos, deben corromper a los políticos que les conceden millonarios contratos. Si, mil millonarios contratos. ¿Cuanto calcula que le cuesta al ayuntamiento de la capital, por ejemplo, el servicio de recogida de basura, limpieza y mantenimiento de jardines, etc...? Pues miles de millones.
Y claro, por eso vemos a la alcaldesa Ana Botella y su marido, el nada menos que ex-presidente del gobierno de España, invitados en el palco de honor del estado Santiago Bernabeu. Por supuesto invitados por Florentino. Claro.
Porque una vez conseguido el contrato mil millonario es muy fácil, muy sencillo, hacer trampas en el calendario y en vez de utilizar quinientos camiones del contrato utilizar algo más de trescientos. Y en lugar de que sean camiones propulsados por gas, como especifica el contrato, pues de gasoil, porque es muy caro mantener surtidores de gas... Y si una zona de la ciudad no se limpia adecuadamente, o los jardines se limpian cada mes en vez de cada semana, pues ningún funcionario tiene la osadía de levantar acta. Porque deja de recibir, entre otros regalos, esa fabulosa cesta de navidad, con jamón pata negra "JJJ". Y los políticos y concejales, pues no te digo nada. Como ha confesado ese empresario canario de la seguridad. Que presta sus vehículos de alta gama, con chófer a políticos de todos los partidos. Faltaría mas...
Conocí personalmente en una ciudad andaluza al encargado de al concesión del famoso sistema ORA. Los parquímetros que se instalaron por toda la ciudad. Aparte, su empresa también facilitaba a ayuntamientos el servicio de agua... Y siempre que el ayuntamiento necesitaba un favor, un gran favor, los de la concesión acudían encantados. Que había que contratar al mismo Julio Iglesias para que diera un concierto, pues no hay problema. Que todo corre a cargo de la empresa responsable.
Se decía, y me lo creo porque conocí al personaje, que Marcos Eguizábal, el constructor de Azca,
acudía al ayuntamiento madrileño cada vez que tenía un problema mostrando un llavero de un flamante Mercedes. Se lo regalaba al funcionario, o al político, que le desbloqueara el expediente. ¿O por qué se creen que el gobierno de Felipe González le regaló las bodegas Franco Españolas fruto de la expropiación de Rumasa?
Por lo que se, por lo que he visto, por lo que he comprobado, a los políticos les encanta entenderse con empresarios como Márcos Eguizábal, con empresarios como Florentino, que de concejal del Ayuntamiento madrileño es hoy uno de los más ricos de España. Ahora, gracias a internet, todas estas cosas se saben porque aunque los periódicos de papel lo silencien, al final nos enteramos. Y no me extraña que el respetable esté muy cabreado y deje de votar a pepé y pesoe, porque son lo mismo. Oiga, un asco.
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