Se llama Josefa, y su problema es que es una ciudadana normal... en un país que ha dejado de ser normal. #YoSoyJosefa
Se llama Josefa, pero su apellido no es Rato... Es una persona normal, de esas que no reciben 400 tuits con insultos, de esas que no han ocupado cargos de relevancia ni han pisado el despacho del Ministro de Interior para tratar "asuntos personales". Se llama Josefa... No está imputada por supuesta comisión de delitos de fraude tributario, alzamiento de bienes o blanqueo de capitales, pero ya está en la cárcel.
Josefa Herández entraba este lunes en la cárcel de Tahíche con una condena de seis meses por no derribar su casa, ese bien y derecho reconocido en la Constitución, tantas veces ejemplo de canto al sol en este país. Hasta en dos ocasiones la Fiscalía ha pedido a la jueza que se suspendiera el ingreso en prisión de la conocida como 'La Abuela de Fuerteventura', pero Josefa ya está en la cárcel, desde donde habrá podido conocer que el Gobierno la concederá el indulto este viernes "porque es de sentido común" y porque la sexagenaria canaria sufre una "situación profundamente injusta y hasta absurda".
Volverá a la calle, volverá a hacerse cargo de sus nietos. Volverá a sentir la libertad, ésa que nunca debía haber perdido. Será nuevamente libre en un país 'absurdo', un país de contradicciones, un país de banqueros imputados que festejan su libertad con chapuzones en yate, de excuñados reales viajantes por la Toscana, de viajes por amor a Canarias pagados a costa del bolsillo del ciudadano, de fiestas de cumpleaños y jaguars ‘desconocidos’ en la puerta de la casa marital, de huidas y persecuciones policiales por calles madrileñas, de viajes a Andorra y patriotas en Suiza...
El problema es que se llamaba Josefa... El problema es que es una ciudadana normal. Y este país, muchas veces, ya no es normal.
El gobierno ahora anuncia que va a proceder a indultarla. ¿Un poco tarde no? La dejan entrar en prisión mientras vemos campar a sus anchas a muchos corruptos, corruptores y estafadores.