La teniente de alcalde y portavoz del equipo de gobierno en el Consistorio de la capital, Patricia Rodríguez, sostiene que con esta decisión el Plan Industrial previsto por la Alianza "continúa dando pasos".
La licencia de obra de demolición y explanación, corresponde a la parcela número 2, que se corresponde con la pista de pruebas, para los vehículos industriales del modelo NT400/Cabstar, que se seguirán fabricando hasta septiembre de 2019.
Este paso se produce tres meses y medio después de que este mismo órgano de gobierno del Ayuntamiento aprobara en junio la cesión al Instituto para la Competitividad Empresarial (ICE) de Castilla y León de las dos parcelas que Nissan había cedido previamente al Consistorio, cuya extensión era de 40.000 metros cuadrados.
La cesión de Nissan fue realizada, libre de cargas al Ayuntamiento, para que esos terrenos pasaran a tener la consideración de suelo público, de manera que la empresa pudiera utilizarlas hasta la materialización de las actuaciones previstas, que incluyen dos naves para prensas de estampación.
Se trataba de dar un paso más hacia la transformación de la planta de vehículos industriales en otra de fabricación de componentes para la Alianza Nissan-Renault-Mitsubishi en Europa.
Para ello, aprobó el contrato de constitución de derecho real de superficie a favor del Instituto para la Competitividad Empresarial de Castilla y León, ICE, sobre parcelas municipales para la ejecución de un parque de proveedores del sector de la automoción en Ávila.
De esta forma, se ofertaba al ICE la cesión de las dos parcelas adquiridas por el Ayuntamiento de Ávila y que son colindantes con la actual factoría de Nissan en Ávila, para llevar a cabo dicho parque de proveedores, cuya promoción y ejecución correrá a cargo de este Instituto para la Competitividad Empresarial.
Con estos pasos, el Consistorio de la capital abulense trata de agilizar al máximo los trámites administrativos, con el objetivo de que se cumplan los plazos de transformación por parte de Nissan.
El pasado mayo se presentó el plan de transformación de la planta, con una inversión de cincuenta millones de euros por parte de la Junta de Castilla y León y otros cuarenta por parte de la multinacional.