La cordialidad española es conocida, pero mi anfitrión me llenó de atenciones, almuerzos y cenas que quitaban horas al descanso, por ello el avión era el primer lugar en donde con tranquilidad podía depositar la cabeza, fue cuando traje a mi memoria a manera de comparación la actividad desplegada por Netanyahu justo un día antes.
Pese a que todas las encuestas lo presentan como un cómodo ganador en las próximas elecciones nacionales que se producirán el año que viene, salió en campaña de apoyo a diferentes candidatos para las elecciones municipales que hoy se celebran. Recorrió y se presentó en 7 ciudades en el sur, el showman en acción, en plenitud, en cada lugar la ironía de aquel que se considera imbatible.
Al día siguiente los medios de comunicación dan lugar a una noticia, inmediatamente de su última presentación electoral en forma secreta, acompañado por el Director del Mossad, se dirigió al aeropuerto y viajó al Sultanato de Omán, allí toda la noche, repito toda la noche, trabajó en diferentes reuniones al máximo nivel, para regresar a la mañana a Israel, luego aún tuvo tiempo de 2 nuevas presentaciones públicas.
Que desde Omán mismo se distribuyeran oficialmente los videos que mostraban las reuniones anticipa que importantes cambios políticos se avecinan en las relaciones entre ambos, el restablecimiento de relaciones diplomáticas y la ampliación de la colaboración económica de Israel en proyectos de infraestructura, agua es uno de ellos.
Para Netanyahu un logro personal, la ruptura del bloque árabe, capitalizar sus diferencias internas fue siempre su prioridad, lo sucedido en Abu Dhabi en donde por primera vez en una competencia de yudo se permitió interpretar el Hatikva, el Himno Nacional de Israel, y portar la bandera es solo una señal de que algo está cambiando en algunos países árabes en su relación a Israel y a los palestinos, éstos comienzan a ser un molesto contrapeso.
El pasado viernes a la noche, mientras uno de los principales programas satíricos de fuerte rating utilizaba sus diálogos de fina ironía para reírse de Netanyahu, de su esposa Sara, mientras desempolvaban archivos de los tiempos en que fue jefe de la oposición, en el ángulo superior derecho de la pantalla comenzaron a aparecer los conocidos rectángulos de fondo anaranjado fuerte en donde estaba impreso el sector sobre el que, en esos mismos momentos, on line, las alarmas estaban actuando anunciando que sobre ellos podían caer uno de los cohetes que desde la Franja de Gaza estaba lanzando, fueron 46, un volver a vivir, nada nuevo.
No hay duda alguna que las debilidades de Netanyahu, cada uno las lee como quiere, también son leídas por el Hamás y los otros grupos terroristas que actúan bajo su paraguas protector, por la Autoridad Palestina que cada vez endurece más su posición política, por Siria e Irán y, en especial, por Hisbollá en El Líbano que con sus 150 mil cohetes que miran hacia el sur se convirtió en el principal dolor de cabeza para la fuerza de seguridad de Israel, abierto el período pre electoral se presenta la insólita situación de que el Ministro de Defensa defiende, apoya duras represalias y masivos ataques, políticamente para su público puede decirlo, total sabe que Netanyahu está en otra cosa.
En su nuevo mandato electoral, si no se interponen causas judiciales que mucho le preocupan, intentará pasar a la historia no como un buen administrador sino como el gran visionario, internacionalmente es reconocido como uno de los de mayor poder, influencia y respeto, es un logro personal que nadie puede quitarle, pero luego de más de 10 años como Primer Ministro los tiempos se le van corriendo y se le acortan, el intentar cumplir con sus objetivos personales puede llevarlo a cometer graves errores, su brillantez e inteligencia pueden convertirse en su principal enemigo.
El nuevo Presidente de Brasil leyó muy bien al mapa político internacional, al seleccionar a Chile, Estados Unidos e Israel como los destinos de sus primeras visitas, el posible traslado de la Embajada de Brasil a Jerusalén está dentro de esa correcta lectura, asumió un liderazgo que el Presidente Macri de Argentina no supo aprovechar. Y en política nada es gratuito.