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OPINIÓN

Trump o trampa y Warren Buffet mata pobres

Alejandro A. Tagliavini | Sábado 10 de noviembre de 2018
Antes de los comicios el presidente de EE.UU. aseguró que los indocumentados podrían "votar ilegalmente".

Es un “recuerdo” de cuando resultó electo para la Casa Blanca aun cuando Hillary Clinton obtuvo más votos y entonces denunció que habían votado de 3 a 5 millones de indocumentados. Y, al estilo del neofascista Macri en Argentina, asustó a los votantes asegurando que la oposición convertiría al país en Venezuela.

Conocidos los resultados, Trump twitteó "Tremendo éxito". Y tiene razón. Es que, históricamente, en las elecciones de medio término el oficialismo suele perder, y esta vez los republicanos perdieron el control en la cámara baja, pero retuvieron el del Senado. “Trump tiene magia” dijo Ben Stein. Es que, a pesar de todo, podría ser reelecto en 2020 ya que sus índices de aprobación superan el 46%.

Ahora que los demócratas controlan la cámara baja, deberá negociar, lo que es mucho para un presidente que se ha manejado a “twittazos”, a caprichos. Será difícil, por ejemplo, que se aprueben medidas para restringir la inmigración o desmantelar el “Obamacare”. Los demócratas podrían intentar un “impeachment” (destitución) -si, por caso, se complica “la trama rusa”- pero tendría que pasar por el Senado donde no tiene posibilidades de éxito, aunque podrán impulsar las investigaciones que deseen como obligarlo a difundir sus declaraciones fiscales.

Por primera vez, EE.UU. tiene dos musulmanas en el congreso, Ilhan Omar y Rashida Tlaib y dos indígenas, Sharice Davids, lesbiana de la nación Ho-Chunk, y Deb Haaland de la tribu Pueblo de Laguna. Y falta conocer la suerte de Yvette Herrell, republicana de la nación Cherokee.

Para los países emergentes, irónicamente, el mejor escenario era que ganen los demócratas ya que, además de morigerarse la guerra comercial, los capitales podrían asustarse un poco y dejar de preferir EE.UU. dirigiéndose algo más hacia otros países beneficiando a mercados y divisas extra EE.UU.

Por cierto, uno de los factores que va despertando dudas en Wall Street -y que podrían agravar los demócratas propensos a aumentar el gasto y los impuestos- es que la economía estaría “creciendo” inflada con endeudamiento.

Durante el año fiscal 2018 -finalizado el 30 de septiembre- Washington se endeudó en US$ 1,2 billones cuando el déficit del presupuesto fue de US$ 779.000 millones, la diferencia radica en gastos extrapresupuestarios. O sea, que el déficit real es un 50% superior al presupuestado. Y más preocupante es que el pago de US$ 325.000 millones por intereses ya explica el 40% del déficit del presupuesto, y aumenta.

Por cierto, en estas elecciones se gastaron US$ 5.190 millones solo en campañas al Congreso, según el Centro para una Política Responsable, y queda por sumar la elección de gobernadores de 36 Estados y tres territorios, los alcaldes de muchas ciudades, los legisladores de 87 de los 99 parlamentos de los 50 estados de EEUU., y otras campañas como elecciones de sheriffs y algunos referéndums.

Entre estos referéndums, Warren Buffett hacía campaña para que el gobierno sostenga el monopolio eléctrico de su empresa NV Energy, en Nevada, contra la liberalización que abarataría las tarifas dada la competencia, demostrando que estas exageradas fortunas, al contrario de lo que se cree, provienen de la intervención estatal -que garantiza estos monopolios- y son contrarias al mercado libre y a los pobres.

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