A pesar que casi le doblo en edad mi costumbre de utilizar el humor y el doble sentido como parte de mi comunicación hicieron lo suyo, a partir de ése momento en cada encuentro todo se desarrolló en forma fluida, como dos viejos amigos.
Me sorprendió cuando en su momento me informaron que ingresaba a la política presentándose como candidato, sin escala previa, nada menos que a Presidente en su país, Ucrania, una faceta hasta ése momento por mí desconocida, sorpresa que se acrecentaba a medida que las encuestas lo mostraban como potencial ganador nada menos que enfrentándose al actual presidente.
Hoy le hice llegar mis felicitaciones y buenos augurios, los necesitará, para comenzar el Presidente Putin le garantiza muchas noches de insomnio.
Tengo muchos amigos que, aunque no de profesión, son cómicos o, para congraciarse con la gente, quieren parecerlo, la política los agrupa, suerte también a ellos.
Si al electo Presidente de Ucrania el ser amigo mío en algo lo ayudó para ganar, si las ondas y aires positivos que siempre intento trasladar colaboraron para ello me llena de satisfacción.
Al nuevo Presidente de Ucrania, a mi amigo, felicitaciones.