Pascual ha recordado que los bosques “se tienen que cuidar en invierno” y ha señalado que en el medio rural “hay mucho que hacer y muy pocos habitantes” en este sentido.
El procurador abulense ha defendido que la época de peligro alto de incendios pueda activarse “cuando las condiciones climáticas lo determinen”y se ha preguntado “qué hubiera pasado” si el 28 de junio pasado, cuando comenzó el incendio que afectó a las localidades de Gavilanes y Pedro Bernardo, “hubiera podido existir la posibilidad justificada” de activar el operativo contra incendios de la Junta de Castilla y León, que se activó el 1 de julio.
También se ha referido Pascual a los parques comarcales de incendios, un aspecto en el que el procurador ha defendido que su elección se realice conforme a “informes técnicos basados sobre la idoneidad estratégica del lugar o municipio” en lo que a distancias se refiere, pero también teniendo en cuenta la orografía de la zona y las posibilidades de maniobrar en el entorno.
Además, el procurador ha demandado una mayor inversión en invierno para el cuidado del monte, así como instrucciones específicas para los vecinos voluntarios en los incendios forestales.