Durante las concentraciones se leyó un único manifiesto en el que exigían al nuevo Ejecutivo que “respete la soberanía del pueblo y la Constitución, que es lo mismo que exigir respeto por la libertad, la convivencia y la igualdad”.
En Madrid tuvo lugar una de las concentraciones más multitudinarias, en la plaza de Cibeles, donde se encuentra la sede del Ayuntamiento de la capital. El encargado de leer el manifiesto en Madrid fue el líder de Vox, Santiago Abascal, que exigió al Gobierno que, “tal y como prometió, combata a los enemigos del orden constitucional”.
Asimismo, en el manifiesto se instaba al presidente del Gobierno a que “traiga detenido al golpista Puigdemont” y se pedía también que se detenga “al condenado Torra”.
En general, las concentraciones se desarrollaron sin incidentes reseñables, si bien en Barcelona se produjeron algunos momentos de tensión al formarse en las inmediaciones de la plaza de Sant Jaume otra concentración contraria a la convocatoria que reclamaba la defensa de la soberanía nacional.