Mis lectores conocen que por mi edad, casi 80 años, estoy en el nivel más alto de riesgo de contagio, por ello cumplo al pie de la letra las instrucciones que recibí de cuarentena en muestra casa, la gran perjudicada en todo ello mi querida esposa, 24 horas continuadas por día aguantándome para, al siguiente, comenzar todo de nuevo, así ya casi 10 días. Teléfonos, cámaras y computadora operando a full.
En todo el mundo, aquí en Israel posiblemente sea mayor, el prestigio del nombre mucho ayuda y los israelíes saben capitalizar dicho plus, se inundaron de gestores de negocios todos vinculados al Coronavirus, en ellos hay mucho más aire que realidad, con los costos en menos de 1 mes multiplicados por 10 el mercado está lleno de "oportunidades", obviamente contado anticipado, luego todo abierto para soñar.
Los rumores invaden las líneas telefónicas sobre multimillonarios robos de dinero que no se denuncian, es dinero en efectivo que se mueve y cambia de manos como nunca, nadie denuncia nada, los márgenes hacen lugar a todo.
Todos los países abren casi ilimitadamente sus presupuestos, el Coronavirus se convirtió en el mejor cerrajero internacional, abre cualquier puerta.
Hoy en todo el mundo los mejores profesionales, especialmente abogados y letrados, contadores públicos y a ellos relacionados incorporaron en su curriculum vitae las palabras que abren éste comentario, majer, abre puertas, contac man, intermediario, gestor.
Todavía hay un tiempo de margen, hay que capitalizarlo, rentabilizarlo al máximo, luego vendrá un nuevo tiempo, todo deberá comenzar de cero.