WWF pide al Gobierno un plan de restauración integral y participativo tras el incendio de Ávila
martes 24 de agosto de 2021, 13:50h
Está prevista la declaración por parte del Consejo de Ministros de ‘Zona gravemente afectada por emergencias de protección’ de los espacios afectados por incendios forestales, como el ocurrido la semana pasada en Navalacruz (Ávila).
En este grave siniestro, según una primera estimación del satélite Copernicus, se habrían visto afectadas casi 22.000 hectáreas, lo que le sitúa como el cuarto de mayor extensión de España desde que existen registros. Desde WWF aplauden esta decisión del Gobierno pero consideran imprescindible que en estas zonas declaradas catastróficas también se condicione la financiación a buenas prácticas y a una restauración integral, coherente y participativa.
"Consideramos que esta declaración de ‘Zona gravemente afectada por emergencias de protección’ tras un incendio forestal en España contribuirá a evaluar y compensar daños. Si a esta nueva consideración le sumamos la amplia disponibilidad de fondos europeos de ‘Next Generation’ (o del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia), estamos ante una magnífica ocasión para impulsar un proceso que, además de facilitar la recuperación económica de la zona, cristalice en una restauración del entorno, que realmente contribuya a crear un paisaje mucho más resiliente a este tipo de catástrofes", destacan.
La restauración posterior al incendio es "una excelente oportunidad para generar paisajes menos inflamables, para revisar los patrones del paisaje quemado y evitar que vuelvan a ser pasto del fuego dentro de 20 o 30 años". Y avanzan que los incendios que se produzcan en el futuro dependerán de las medidas de restauración que apliquemos a partir de ahora. Para evitar nuevos incendios en el futuro, proponen el ‘Paisaje mosaico cortafuegos’, que se logra con la recuperación de los paisajes tradicionales, que son aquellos donde existen pastos con usos ganaderos extensivos, masas forestales bien gestionadas, cultivos extensivos y bosques autóctonos.
Sin duda, uno de los incendios que ha motivado esta aprobación de la declaración de ‘Zona gravemente afectada por emergencias de protección’ ha sido el de Navalacruz, en Ávila. Un siniestro que ya es el cuarto más grave en la historia de España desde que hay registros y que ha tenido un impacto enorme en la pérdida de biodiversidad, ya que se han visto afectados hábitats de alto valor natural, en especial la Zona Especial de Conservación (ZEC) Sierra de la Paramera y la Serrota. Pero también ha tenido un altísimo coste social, puesto que ha puesto vidas humanas en peligro, ha afectado explotaciones y ha devastado el patrimonio común de muchos pueblos.
"Lamentamos que el sector de la ganadería extensiva se haya visto particularmente afectado, porque es de vital importancia por los vitales bienes y servicios que aporta a la sociedad. Dicho sector contribuye a la conservación de la biodiversidad, genera empleo y fija población, manteniendo viva y habitada la comarca", lamentan. El sector del turismo rural también se ha visto gravemente afectado, entre otros.
"Solicitamos que estas declaraciones de ‘Zonas catastróficas’ vayan ligadas a un Plan de restauración integral, que cumpla unos mínimos criterios para garantizar que se hace correctamente" y, para lograrlo, "es indispensable un buen diagnóstico que analice el ecosistema afectado e identifique los riesgos ecológicos generados y priorice las áreas vulnerables sobre las que es necesario intervenir. Y que a partir de ello, se desarrolle un buen diseño de la restauración a través de un proceso participativo que integre tanto a la población local como a la comunidad científica".
Criterios de WWF para restaurar una zona afectada tras un incendio forestal
1. La restauración de la zona afectada supone una excelente oportunidad para repensar el paisaje y prevenir incendios futuros. Para ello la estrategia de restauración debe perseguir con carácter urgente: la evaluación de riesgos y daños, la protección del suelo para evitar procesos erosivos y la compensación de daños a quienes han visto reducido a cenizas su medio de vida.
2. A corto plazo, el plan de restauración debe revisar los patrones del territorio anteriores al incendio (para enmendar errores del pasado), fomentar la regeneración natural y poner la gestión y reactivación económica del territorio en primer plano: gestión forestal, ganadería extensiva, tierras de cultivo de Alto Valor Natural. Los territorios vivos, diversos y rentables son menos inflamables y más resilientes.
3. El plan de restauración debe perseguir un territorio mejor adaptado al fuego, que genere regímenes de incendios sostenibles tanto ecológica como socialmente, conciliando el aprovechamiento sostenible de los recursos, el secuestro de carbono, la conservación de la biodiversidad y fomentar el desarrollo rural de la comarca.
4. La población local y la sociedad deben tener un papel protagonista en la toma de decisiones y en el diseño de los nuevos paisajes cortafuegos.
5. Es imprescindible respetar los tiempos de la naturaleza, para adecuar las actuaciones y evitar impactos mayores tras el fuego.
6. Dotar al Plan de Restauración Integral del presupuesto suficiente para lograr los objetivos previstos, incluidas las labores de mantenimiento, seguimiento y evaluación necesarias a medio plazo.
7. El proyecto Mosaico, promovido por la Universidad de Extremadura y la Junta de Extremadura, tras el incendio de la Sierra de Gata en el año 2015, puede servir de referencia para diseñar una estrategia participativa de prevención de incendios basada en la recuperación de actividades agrícolas, ganaderas y forestales que gradualmente fijen población y recuperen un paisaje diverso y con menor riesgo.