Este programa pretende incentivar la sustitución en viviendas individuales de estos aparatos obsoletos por otros que cumplan las normativas vigentes en materia de seguridad, eficiencia energética y reducción de emisiones.
En este sentido, el Real Decreto 1027/2007, de 20 de julio, por el que se aprueba el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios, prohíbe la instalación de nuevos equipos de gas de tipo atmosférico por razones de seguridad, promueve la utilización de calderas de condensación y concreta las prescripciones de eficiencia energética recogidas en el Real Decreto 314/2006, de 17 de marzo, por el que se aprueba el Código Técnico de la Edificación.
Con estas subvenciones, gestionadas por la Dirección General de Industria, se persigue que los ciudadanos eviten los riesgos de mantener en sus hogares instalaciones poco seguras, e impulsar al mismo tiempo políticas de ahorro energético y reducción de contaminantes al medio ambiente.
A las ayudas pueden optar los propietarios de viviendas empadronados en Castilla y León que procedan a renovar sus calderas de calefacción y calentadores de agua individuales con una antigüedad de más de diez años, desde el 1 de septiembre y hasta el próximo 15 de noviembre.
Este periodo de tiempo coincide con el habilitado para cursar la solicitud de la subvención, un trámite que deberá realizar por vía telemática el instalador habilitado, en representación de su cliente.
Cabe destacar que en esta convocatoria se ha simplificado el procedimiento, de manera que bastará la presentación de una declaración responsable –siempre que la legislación lo permita– para acreditar que se ha sustituido una caldera o calentador cumpliendo los requisitos determinados en la orden.
La cuantía individual de la ayuda podrá alcanzar hasta los 500 euros, en función de las características del equipo sustituido. El régimen de concesión es de concurrencia no competitiva y se realizará por orden de presentación de solicitudes, desde que el expediente esté completo.