Una buena ocasión de la que disponemos es estudiar, de forma científica, qué es lo que está pasando en Afganistán, y dar una respuesta más o menos acertada a las siguientes preguntas: ¿Podemos saber, y demostrar, por qué los hechos se han desarrollado de esta forma?, ¿Es cierto, tal como se afirma de forma generalizada, que es un gran fracaso del llamado, Occidente?. Para mejor contestar quizá debamos comenzar por hacer un planteamiento general del problema.
Ya es conocido que “Talib” significa Estudiante, y que el plural es “Talibán”. Por ello no usaremos “Talibanes” porque es un plural inventado por nosotros. Y, copiando de ellos, que se declararon “Estudiantes de las verdades del sagrado Corán, y su aplicación política y social, tal como su único profeta, Muhammad, ha predicado como verdades conferidas por el mismo Dios”, debemos también nosotros convertirnos en “Talibán”, es decir, en estudiantes. Claro que nosotros utilizaremos la técnica que nos enseñó Aristóteles, nuestra referencia base, un pensador mil años anterior al suyo, el ya citado Muhammad. En nuestro caso haremos ese estudio usando las verdades del “Método científico” demostrado por uno de nuestros pensadores, René Descartes. Con esas verdades de la Naturaleza, y ese método de trabajo, intentaremos comprobar si es posible que se pueda disponer de una verdad objetiva y presentársela a todo el mundo. Veamos.
Es ya conocido por nosotros que somos un animal de grupo, ningún individuo nace, se desarrolla y, más importante, se educa, en soledad. Todos dependemos de una sociedad concreta en la que nacemos, y nuestros pensamientos y conocimientos serán única y exclusivamente lo que nuestros padres, formadores y el ambiente social depositen en nosotros. Todo ello se lleva siempre a cabo bajo la dirección única de un liderazgo que preside ese grupo social. Desde que se desarrollaron las ciudades y las culturas, hace 10.000 años, ese liderazgo es siempre… El Cultural. Todos somos formados y por ello pertenecemos enteramente… A la Cultura que nos forma. Esta y solamente esta, construye todo lo que hay en nuestra cabeza. Y, lógicamente, según lo que hay en nuestras neuronas, así actuamos y adoptamos todas las decisiones.
Por eso, para entender lo que tenemos delante debemos comenzar por estudiar su liderazgo cultural y el nuestro. Comprobar qué puntos puede haber en común, y cuales son tan divergentes que nos llevan a que no hay forma humana de entenderse.
Lo segundo que sabemos es que en todo GSO existen unas élites –que son aquel grupo de familias y personas más dotadas, de inteligencia, fuerza, medios económicos, formaciones- que son y serán siempre, la verdadera expresión de ese grupo social. Son las élites las que definen a cualquier grupo social, si analizamos sus élites sabremos qué es lo que tenemos delante. Hemos de apreciar qué defienden. Cómo se forman. Cuál y cuanto poder tienen sobre los gobernados. Y, sobre todo, cómo lo aplican.
Lo tercero que también es estudiado en nuestras mejores universidades es qué tipo de jerarquía han construido. Cuál es su grado de desarrollo. Su mejor o peor formación, el acceso a la misma, sus promociones internas y su nivel de mando.
Y ya sabemos que al final debemos estudiar a sus gobernados. A la masa de población general. Desde hace más de doscientos años se habla mucho del “Pueblo”. Bien es cierto que debemos huir de cualquier ideología, porque si no lo hacemos nuestro estudio y demostración ya no será técnico, científico, comprobable y objetivable, sino sometido a las valoraciones de unas creencias concretas y basta que sigamos las mismas, o nos situemos enfrente, para que rechacemos el estudio o lo consideraremos casi…Sagrado.
Para estudiar de forma científica a esa masa de ciudadanos hemos de comprobar sus niveles de formación, sus autonomías personales. Sus capacidades económicas o sus totales dependencias. Porque todo ello nos dirá de quién estamos hablando y por ello podremos predecir su capacidad de toma de decisiones o su comportamiento totalmente gregario y con seguimiento absoluto a las directrices de los que ellos consideren sus líderes naturales, tanto religiosos, ideológicos, políticos o, más importante, económicos, porque estaremos hablando de… Pura Subsistencia.
En el próximo artículo analizaremos ese Liderazgo Cultural.