De la cifra global de donaciones, 42.417 provienen de los puntos fijos establecidos a lo largo de toda la Comunidad, otras 55.655 de las colectas que organizan tanto el Chemcyl como las hermandades de donantes de sangre de la región, mientras que el resto corresponden a donación de hemoderivados (aféresis de plaquetas y plasmaféresis).
Por provincias, el número de donaciones de sangre registradas en 2023 ha sido el siguiente: Ávila 4.921; El Bierzo 4.560; Burgos 19.112; León 11.173; Palencia 6.029; Salamanca 11.765; Segovia 6.030; Soria 4.297; Valladolid 25.526; y Zamora 4.659.
Por lo que se refiere a la aféresis de plasma, esta ha experimentado una destacada subida del 38,77 %, al pasar de las 5.938 plasmaféresis en el año anterior a 8.240 en 2023. El Centro de Hemoterapia y Hemodonación dispone de una unidad móvil a lo largo de este año 2023 para facilitar la colaboración ciudadana que se ha visto reflejada en las 745 colectas que se han realizado.
Por provincias, el número de aféresis de plasma registrado a lo largo del año ha sido el siguiente: Ávila 507; El Bierzo 350; Burgos 1.249; León 953; Palencia 436; Salamanca 1.014; Segovia 435; Soria 496; Valladolid 2.367; y Zamora 433
Gracias a la solidaridad de los ciudadanos castellanos y leoneses, el Chemcyl puede realizar cada año, con todas las garantías de seguridad y calidad, su labor de coordinación y distribución de derivados de la sangre para atender las necesidades diarias de los hospitales de Castilla y León.
Como se sabe, la sangre donada se somete a un complejo proceso de separación en tres componentes principales (el denominado fraccionamiento), que son los glóbulos rojos, las plaquetas y el plasma, pues cada uno tiene unas características concretas y sirve para tratar distintos tipos de enfermedades.
Los glóbulos rojos se utilizan sobre todo en operaciones, trasplantes, anemias o hemorragias, mientras que las plaquetas se van a transfundir a enfermos de cáncer y leucemia, prevención y tratamiento de hemorragias o déficit en plaquetas.
Por su parte, el plasma se puede utilizar directamente en transfusión o destinarlo a extraer unas proteínas que se usan para el tratamiento de diversas enfermedades como la hemofilia, hemorragias, quemaduras, enfermedades del riñón, prevención de la enfermedad hemolítica del recién nacido, tratamiento de déficits inmunitarios, etcétera.