Por Ávila exige al presidente de la Diputación que rectifique y se disculpe con el Consejo de Cuentas

Desde Por Ávila se recuerda que el Tribunal de Cuentas acaba de reprochar que la Diputación Provincial falle en transparencia en materia de contratación, convenios y plazos, un hecho que se suma a las reiteradas llamadas de atención del Consejo de Cuentas de Castilla y León. Esto no es óbice para que, a juicio de la formación, el presidente de la institución provincial deje de comportarse respetuosamente con quien le saca los colores.

En este sentido, Por Ávila señala que el último informe de la institución regional consta de más de 300 páginas, incluidos los anexos y la única alegación formulada por la Diputación; en concreto, por el Organismo Autónomo de Recaudación.

Es un informe riguroso y exhaustivo que forma parte del Plan Anual de Fiscalizaciones del Consejo de Cuentas de Castilla y León y que ahonda en la prestación y asistencia de la Diputación a los pequeños municipios. Este plan, aprobado por la Comisión de Economía y Hacienda de las Cortes de Castilla y León, forma parte de la actividad programada por una entidad regional que merece un respeto institucional.

No obstante, en lugar de tomar nota y públicamente mostrar el compromiso de mejorar los planes provinciales, la transparencia o la regulación de los puestos de trabajo de la Diputación, el presidente provincial ha optado por la pataleta, la menos seria de las opciones a las que debería optar un representante público.

Este último tirón de orejas del Consejo de Cuentas a la Diputación no es el único de este año, ya que, con anterioridad, se avisó de “incumplimientos muy significativos” de la Ley de Contratos del Sector Público.

Y a ello se suma ahora la información publicada por el Tribunal de Cuentas, que abunda en la falta de transparencia de la institución provincial, hechos que llevan a Por Ávila a pedir al presidente de la Diputación no sólo a pedir disculpas al presidente del Consejo de Cuentas y a los funcionarios de esta entidad sino a rectificar y cambiar el rumbo, volviendo a la senda de la transparencia iniciada en el mandato que le precedió, en lugar de seguir con la opacidad a la que ha abocado a la institución provincial, convirtiéndola en la menos transparente de la historia.