La Villa Romana de San Pedro del Arroyo, situada en la provincia de Ávila, es un importante yacimiento arqueológico que data del siglo IV d.C. Este enclave destaca por ser uno de los ejemplos más relevantes de la arquitectura rural romana en la región. Descubierta en la década de 1960, la villa ofrece un testimonio único de la vida cotidiana de las élites romanas en Hispania durante el Bajo Imperio.
Uno de sus principales atractivos es su impresionante colección de mosaicos policromados, en los que se representan escenas mitológicas y motivos geométricos, reflejando la riqueza y sofisticación de sus antiguos propietarios. Especial mención merece el mosaico de Baco, el dios del vino, rodeado de figuras relacionadas con la vendimia y el culto al placer.
El complejo incluye también restos de termas privadas, patios porticados y habitaciones decoradas con frescos. Este conjunto refleja el lujo y la comodidad de las villas romanas de la época, así como la influencia de los patrones arquitectónicos mediterráneos en la meseta española.
La Villa Romana de San Pedro del Arroyo es hoy un lugar de interés cultural y turístico, gestionado por la Junta de Castilla y León, que organiza visitas guiadas para divulgar su relevancia histórica y artística.
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