En el corazón de Castilla y León, a 28 km de Ávila capital y a más de 1.370 metros de altitud, se alza Narrillos del Rebollar, un municipio que encapsula la esencia de la España rural. Con apenas 34 habitantes en 2024, este pueblo combina historia, patrimonio y una lucha constante contra la despoblación, mientras preserva sus tradiciones con orgullo.
Iglesia de San Roque: El alma religiosa y arquitectónica
La Iglesia Parroquial de San Roque, patrón del pueblo, es un emblema arquitectónico que data de siglos atrás. Con rasgos góticos y renacentistas, sus altares de madera tallada y pinturas religiosas son testigos de la devoción local. Este templo no solo es un espacio de culto, sino también el epicentro de celebraciones como la Fiesta de San Roque en agosto, donde se mezclan procesiones solemnes, música tradicional y actividades comunitarias.
Demografía: Un pueblo en lucha contra el tiempo
La población de Narrillos del Rebollar refleja el drama de la España vaciada: de los 283 habitantes en 1900, hoy apenas quedan 34, con una marcada tendencia al envejecimiento. Más del 50% de sus residentes supera los 65 años, y la natalidad es casi testimonial, con solo dos nacimientos anuales en promedio. A pesar de esto, proyectos de repoblación y turismo rural intentan revitalizar la comunidad.
Economía: Entre el pasado agrícola y el futuro sostenible
La economía local gira tradicionalmente en torno a la agricultura (cereales) y la ganadería (ovino y bovino), aunque enfrenta el desafío del relevo generacional. En los últimos años, se han abierto caminos hacia la diversificación: el turismo rural —con casas rehabilitadas y rutas de senderismo— y las energías renovables —como pequeñas granjas solares— emergen como alternativas. La venta de productos locales, desde chuletón de Ávila hasta judías del Barco, también contribuye a sostener la actividad económica.
Fiestas patronales: Color, fe y comunidad
Las Fiestas de San Roque (agosto) son el evento más destacado: procesiones con la imagen del santo, verbenas nocturnas, concursos de cocina y corridas de toros llenan las calles de vida. El Carnaval, con su singular "Quema del Judas" —una efigie quemada entre fuegos artificiales—, y la Semana Santa, con procesiones que atraen a visitantes, completan un calendario festivo donde lo religioso y lo lúdico se fusionan.
Un futuro entre desafíos y esperanzas
Narrillos del Rebollar es un microcosmos de la España rural: un lugar donde el silbido del viento en los campos de cereal se mezcla con el eco de las fiestas patronales. Aunque la despoblación y el envejecimiento amenazan su sostenibilidad, iniciativas como el turismo cultural, la promoción de productos autóctonos y la colaboración intercomarcal mantienen viva la esperanza de que este rincón abulense siga escribiendo su historia.