Los empleados abandonaron su reclusión por recomendación de los médicos, debido al desgaste sufrido en sus condiciones físicas después de 52 días de estancia en los pozos. Alrededor de las 17 horas de la tarde, cinco trabajadores de la misma mina descendieron para ocupar el lugar de sus compañeros en los túneles.
La acción se lleva a cabo desde el pasado 21 de mayo con el fin de mostrar el desacuerdo de los mineros frente a los ajustes realizados por el Gobierno en relación al capital destinado al funcionamiento del sector. Durante casi dos meses ningún miembro del grupo de empleados ha salido de los pozos, siendo atendido por otros trabajadores que les llevaban comida tres veces al día.
Familiares, amigos, compañeros de trabajo y personas vinculadas a la causa quisieron brindar su apoyo a los obreros relevados a su salida de las minas en torno a las 21:30 de la noche. Debido a la falta de exposición a la luz solar durante el encierro, y bajo preinscripción médica, los mineros habrán de protegerse de ésta durante los primeros días al aire libre, así como someterse a un reconocimiento médico para asegurar su buen estado de salud. A pesar del notable deterioro externo, el ánimo no parece haberse visto mermado y los siete obreros aseguran que continuarán con la protesta desde sus hogares.
Las reivindicaciones de los trabajadores de la minería ya son generalizadas en el país y hoy mismo llegaba a Madrid la “marcha negra” conformada por trabajadores y afectados por los recortes del ejecutivo. La reducción en la fracción de los Presupuestos Generales del Estado destinada a la explotación minera se sitúa por encima del 60%, lo que hace temer por la estabilidad de los trabajadores del sector.