Hace apenas unas semanas el Equipo de Gobierno del Partido Popular aprobaba la demolición de los edificios que aún resisten en pie en el Tiro Pichón, un complejo que durante 10 años fue el objeto “de las promesas del Partido Popular”, una historia “de fantasía” como tantas otras de un partido que volvió a demostrar “estar más preocupado en beneficiar los intereses privados antes que el de los ciudadanos” y que llevó a los políticos de este partido “a protagonizar titulares y fotografías”. Sin embargo para Montserrat Barcenilla, portavoz de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Ávila, a lo que realmente ha conducido “es a enterrar el dinero de los ciudadanos sin ninguna utilidad y convirtiéndolo en un panteón de billetes. Desperdiciando un espacio que sí podía haber sido un espacio de ocio y esparcimiento para los abulenses”.
Porque en lo que ahora toca demoler por la seguridad de todos los ciudadanos, dado su deterioro, “el Partido Popular ha enterrado en el Tiro Pichón 200.000 euros de las arcas municipales y no menos promesas que, como tantas otras, se las ha llevado el viento”. Un proyecto “del que, como se afirma ahora, una vez que se va a demoler lo que queda en pie, no sirve nada de lo hecho. Ni para guardar en un cajón. Una inversión nuevamente inútil”.
Montserrat Barcenilla, portavoz de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Ávila, recordaba que era en el 2003 cuando el Tiro Pichón pasaba a propiedad municipal consecuencia del plan parcial del mismo nombre y a partir del 2004 se convertía en objeto de las promesas del alcalde de Ávila, Miguel Ángel García Nieto, cuando hablaba del mismo como un espacio de ocio y esparcimiento para la ciudad. En mayo de 2005 el Partido Popular presentaba un proyecto ante el Ministerio de Economía y Hacienda por valor de 4 millones de euros. Al mes siguiente, en junio, “se hablaba de la necesidad de efectuar acciones urgentes y puntuales para trabajar en las zonas más degradadas a través de un Plan Director, plan director que como en el caso del Plan Director del Soto y tantos otros, quedó olvidado”. Pese a estos anuncios, “ni se sabía a dónde se quería llegar ni los verdaderos números del proyecto”. Números que se conocieron en 2008 cuando se sacó a concurso el contrato para el asesoramiento financiero y técnico para la construcción y mantenimiento de un centro de ocio y deportivo por más de 140.000 euros que fue elaborado por el Banco de Santander, prometiendo el alcalde “15 puestos de trabajo, coste cero para el ayuntamiento, explotación privada”. Ya en 2010 se afirma que se retomaba el proyecto, “pero que no se encuentraba empresa para ello, por lo que no se podía poner plazos” y la apuesta pasaba a ser entonces el 88 Torreones. Ya en 2014 y ante la degradación de ese lugar y el peligro para los ciudadanos “no queda más remedio que aprobar la demolición de los edificios en ruina y el acondicionamiento del muro exterior por más de 40.000 euros”.