Izquierda Unida de Ávila se manifiesta “radicalmente en contra” de la pretendida reforma del Estatuto de Autonomía que quiere poner en marcha el Partido Popular en las Cortes de Castilla y León. Una maniobra “con premeditación y alevosía” en este final de legislatura que se produce “tras el fallido intento del PP por reformar la Ley Electoral y que pretende enmascarar ahora en otro pucherazo político con el que se busca reducir la representación parlamentaria de las fuerzas políticas minoritarias y con ello una reducción de la representación parlamentaria de la ciudadanía”.
Para José Alberto Novoa, coordinador provincial de Izquierda Unida de Ávila, en la anunciada reducción de los representantes parlamentarios bajo la ya consabida política conservadora de reducción de gastos “lo que verdaderamente se esconde es la reducción de la democracia de la cámara regional, ante lo que no cabe otra postura que la frontal oposición”. Un intento “poco menos que ilusorio” con el que, “ante la consabida confianza de los ciudadanos bajo mínimos hacia su partido. pretendan nuevamente poner en marcha un engaño político en el que vuelven a tergiversar el significado de la regeneración democrática, que en ningún caso puede pasar por reducir la representatividad política de las opciones minoritarias”.
Para José Alberto Novoa “el Partido Popular debería explicar por qué ahora, y no antes, llega esta reforma que, en cualquier caso no vería la luz antes de los próximos comicios”. Y es que para el coordinador provincial de Izquierda Unida de Ávila “la sensación es de un lavado de imagen en un momento de total descrédito del Partido Popular por todos los casos de corrupción, enriquecimiento político y falta de moralidad que le rodean y ante el que pretenden dar lecciones mal llamadas de regeneración y transparencia poco antes de la llegada de las elecciones municipales y autonómicas”.
Para Izquierda Unida de Ávila la verdadera regeneración política “no pasa por incidir y ahondar en el bipartidismo, como se pretende en estos momentos en las Cortes de Castilla y León, sino en afrontar la necesidad de incrementar la proporcionalidad en la representación parlamentaria con arreglo al censo demográfico de cada circunscripción, mucho más si tenemos en cuenta que los 84 procuradores de la cámara regional tienen la obligación de representar a la región más extensa de Europa, con 2,5 millones de habitantes en un territorio disperso”. Reducir, por tanto, el número de representantes “es tanto como reducir la democracia, algo a lo que no vamos a claudicar”.