José Alberto Novoa lamenta que la actitud de la UCAV pase por “pelear por aquellas titulaciones que ya funcionan en la USAL en lugar de conseguir titulaciones nuevas”
Izquierda Unida de Ávila lamenta la decisión del Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León, “y su claudicación ante las presiones de ciertos sectores de la derecha abulense”, de autorizar los grados de Maestro en Educación Infantil y Maestro en Educación Primaria a la Universidad Católica de Ávila, una decisión “que va directamente contra la línea de flotación de la universidad pública, en este caso la Universidad de Salamanca, toda vez que en Ávila ya se estaban impartiendo a través de la USAL unas titulaciones que, a partir de ahora, podrán impartirse en la universidad privada, duplicando innecesariamente la oferta en una estrategia equivocada donde la importancia debería centrarse en incrementar el número de estudiantes en Ávila y no en repartirse los ya existentes, socavando con ello la labor de la universidad pública en Ávila”.
José Alberto Novoa, coordinador provincial de Izquierda Unida de Ávila, muestra el apoyo “y reconocimiento” desde la formación de izquierdas a la universidad pública al tiempo que considera “una irresponsabilidad la decisión del Partido Popular desde la Junta de Castilla y León”, colocando con ello “en una delicada situación a la universidad pública”. Y es que con este paso “la Junta de Castilla y León, así como algunas fuerzas políticas e instituciones públicas, muestran abiertamente su apuesta decidida por la universidad privada, en este caso la UCAV”.
Con cerca de 2.200 alumnos este curso en la universidad pública de Ávila –USAL y UNED- la cifra de alumnos matriculados en la Escuela Universitaria de Educación y Turismo de Ávila ronda los 800, cerca de 350 estudian el Grado en Educación Primaria, “el que más demanda tiene en la universidad abulense”, mientras que el Grado de Educación Infantil tiene 236. “Queda patente que las intenciones de la UCAV no pasan por buscar para Ávila un mayor número de alumnos, sino por pelear por los mismos que ya disponía la universidad pública, cuya capacidad para sumir un mayor número de alumnos no justifica la decisión de la administración regional”. Una actitud por parte de la universidad privada que demuestra una estrategia “fagocitaria centrada en impartir aquellas titulaciones que ya funcionan en la universidad pública en lugar de pelear por incrementar el abanico y la oferta universitaria abulense”.
José Alberto Novoa muestra la preocupación de Izquierda Unida por la progresiva “destrucción del sistema público de universidades después de cuatro años en los que se ha perdido cerca de un cuarto de la inversión en las mismas”. Una preocupación mucho mayor ante la implantación del decreto 3+2 con el que el Partido Popular pretende cambiar la estructura de las enseñanzas universitarias por completo devaluando las titulaciones–los grados pasarán de cuatro años a tres- e impulsando el negocio de los máster, que pasarán a ser de dos años. “Es decir, que a nuestras próximas generaciones no les será suficiente un grado universitario para adquirir la cualificación necesaria desde la que desempeñar una profesión de alta cualificación en el terreno laboral como puede ser la de abogado, periodista, ingeniero, enfermero... Para obtener esa cualificación ‘especializada’ – según el texto del decreto - será necesario cursar un máster que pasará de la duración actual de un año a dos años, con el correspondiente incremento del desembolso económico, lo que supone una elitización de la educación universitaria y el aumento de las dificultades para que nuestros jóvenes puedan formarse”.