“La Junta de Castilla y León, y por ende el Partido Popular, deben dar un giro radical en sus políticas en materia de extinción de incendios, porque los últimos acontecimientos en la provincia de Ávila han puesto en clara evidencia las carencias y la precariedad del dispositivo así como de las actuales políticas forestales”.
Es la crítica que realiza José Alberto Novoa, coordinador provincial de Izquierda Unida de Ávila, después del incendio ocurrido este fin de semana en las inmediaciones de El Barco de Ávila. “Si hace apenas unos días conocíamos que los miembros de la BRIF del Puerto del Pico acudieron voluntariamente al incendio del Tiétar ante la ausencia de efectivos, en este caso volvemos a conocer que en la zona de la Solana la Junta de Castilla y León se ha vuelto a ver superada por la realidad y los hechos en un incendio en el que ha sido el operativo del Magrama (Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente) el que en su práctica totalidad ha asumido el peso de las operaciones –la BRIF acudió, además de por la necesidad de los hechos, de forma voluntaria como parte de sus reivindicaciones laborales- ante la evidente carencia de efectivos de la administración regional, que ha dejado Ávila en manos de la voluntariedad, la climatología y quién sabe si la providencia”.
José Alberto Novoa hace un llamamiento a los “todavía procuradores” del Partido Popular por Ávila para que “hagan su trabajo, para que desarrollen la labor para la que fueron elegidos por los abulenses, y que pasa por reivindicar ante la Junta la dotación de los medios que sean suficientes en la provincia de Ávila”. Porque el coordinador provincial de Izquierda Unida tiene claro que “en estos momentos, y pese a las afirmaciones que se vienen realizando desde la Junta de Castilla y León, las evidencias constatan que no existe un operativo en materia de extinción de incendios durante todo el año, como el Partido Popular afirma”. Al contrario. “Mientras otras comunidades adyacentes ya han elevado el nivel de riesgo ante posibles incendios forestales, la Junta de Castilla y León sigue paralizada y ausente”, como demuestra el hecho de que el operativo desplegado por el Magrama en el incendio de El Barco de Ávila “fuera tres veces más que el desplegado por la Junta de Castilla y León”, como han informado a la formación de izquierdas el propio personal implicado.
A este respecto el coordinador provincial de Izquierda Unida de Ávila critica que la Junta de Castilla y León “juega a la ruleta rusa no sólo con nuestros montes y bosques, sino con la vida de muchas personas, que acuden de forma voluntaria ante la falta de efectivos para hacer frente a los incendios que se están produciendo estos días en nuestra provincia”. Voluntariedad y negocio. Porque no olvida José Alberto Novoa que “la extinción de incendios se ha convertido, desgraciadamente, en un negocio para empresas subcontratadas por las administraciones. Helicópteros privados cuyas horas de vuelo no sólo resultan más caras que el propio personal de tierra, escaso, sino que el propio desarrollo de una planificación anual de prevención de incendios que evitaría en muchos casos llegar a estas situaciones”.
Para Izquierda Unida de Ávila todo pasa inevitablemente por “una planificación anual en las campañas de prevención y extinción de incendios, dotando las mismas del personal suficiente y cualificado durante todo el año” así como “el reconocimiento de una vez por todas de la categoría profesional de bombero forestal para los trabajadores de este sector, garantizándoles con ello la estabilidad profesional y una mayor seguridad y dignificación de sus puestos de trabajo”.