Las ONG en cuestión forman parte del Programa Antídoto, una alianza de asociaciones ecologistas y conservacionistas que nació en 1997 con el fin de erradicar de los campos españoles el uso de venenos y tóxicos que afectan a la fauna silvestre.
En esta alianza están Ecologistas en Acción, WWF, el Fondo para la Conservación del Buitre Negro (BVCF), el Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (Fapas), la Fundación Oso Pardo (FOP), la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ), el Grupo para la Recuperación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (Grefa), SEO/BirdLife, la Sociedad Española para la Conservación y Estudio de los Mamíferos (Secem) y la Asociación Veterinaria para la Atención a la Fauna Exótica y Silvestre (Avafes Canarias).
Para estas organizaciones, la muerte de seis buitres negros en el vertedero de Ávila “es un caso especialmente grave, dado el número de aves de una especie catalogada como protegida que se han visto afectadas, según un comunicado difundido por WWF, y sentenciaron:
Estamos ante el suceso de muertes de buitre negro más grave de los conocidos en los últimos años en Castilla y León y en España. Por las circunstancias de la aparición de los cadáveres, todo apunta a una intoxicación o envenenamiento causado por la ingesta de algún producto tóxico o resto animal contaminado que fue depositado en el vertedero citado de Ávila, aunque hay que ser prudentes hasta que se disponga de los datos definitivos de los análisis toxicológicos de los cadáveres, añadieron.