Continúa creciendo el descontento entre votantes y simpatizantes socialistas que contemplan el negro futuro que se avecina para su partido, esencialmente motivado por la errática trayectoria de su Secretario General, Pedro Sánchez, huero de ideas e iniciativas, echando de menos la talla política de personajes como Pérez-Rubalcaba para poder desmontar y rebatir, las patochadas y provocaciones del avispado del líder de Podemos, Pablo Iglesias, dispuesto entre otras maniobras a suavizar su posible caída de votos en las próximas elecciones del 26-J, según los sondeos de opinión, con el millón de votos de IU y relegando a su líder, Alberto Garzón, a un quinto puesto en la lista por Madrid, con el propósito de amargarle la existencia a Sánchez (PSOE), en un momento en el que le están creciendo todos los enanos de su particular circo, tras su fallida investidura y con las críticas y declaraciones de algunos de sus barones que para nada le favorecen.
Como segunda maniobra y para colmo de mofa y befa por parte del citado Iglesias (Podemos), se ha permitido la licencia, tras cerrar el pacto con IU, de proponer al líder del PSOE un acuerdo para concurrir juntos al Senado, alegando que con ello desmontarían la estrategia de bloque a los populares, y que en caso de no aceptar, como era de esperar, acusar al mencionado Sánchez de rechazar nuevamente otro pacto de izquierdas.
Una vez conseguida la rendición que Alberto Garzón llama coalición, por parte de Iglesias para acudir a las próximas elecciones generales con una lista única, la maniobra ha sido magistral, dado que si la jugada prospera, podría suponer la pérdida de la hegemonía del PSOE como primer partido de izquierda, y por ende para ejercer de responsable de la oposición, con lo cual el “sorpasso”, podría convertirse en realidad y la muerte política de Pedro Sánchez, suponiendo que no lo echen a patadas.
No obstante, este tipo de acuerdos entre lo apresurado y oportunista, en ocasiones no alcanzan la totalidad de los resultados pretendidos, pero si las matemáticas electorales no fallan. IU obtendría un sustancial incremento en el número de diputados, a cambio, posiblemente, de una pérdida de identidad y de ser “utilizados” en exceso por parte del ambicioso líder podemita.
En tercer lugar sigue flotando en el ambiente lo acelerado del inútil pacto firmado entre el PSOE y Ciudadanos, con la pretensión de aparentar un perfil de moderación frente a Podemos que ha pasado desapercibido. Ahora, además. el PSOE corre el gran riesgo de perder votos por parte de su sector más radicalizado, lo que podría suponerle no poder mantener los 90 diputados actuales, con lo cual el desastre sería mayúsculo.
Con posterioridad los acontecimientos referidos, el pasado viernes 13, surge el pacto suscrito entre el PSC y la plataforma que lidera Ada Colau (Bcomú), para gobernar en el Ayuntamiento de Barcelona, lo cual constituyó otra demostración más el desastroso e inexistente liderazgo de Sánchez, permitiendo que cada agrupación territorial tome sus decisiones de manera independiente, aunque ello suponga una descarada contradicción con la línea fijada por la Dirección General del Partido. Siendo el gran problema de todos estos despropósitos la sensación de descontrol y ausencia de autoridad percibida por la militancia y votantes del PSOE a las puertas del comienzo de la campaña electoral.
Hasta el momento todo parece indicar que en el PSOE acuden a las próximas elecciones del 26-J más divididos y con mas dificultades que a las del pasado 20 de diciembre, si bien es cierto que ignorándose las peligrosas consecuencias que representaría para España y los ciudadanos. Por ahora una victoria del frente popular. Por ahora seguimos soportando la incómoda ceremonia de la confusión y cargados con la misma incertidumbre que venimos padeciendo desde el pasado 21 de diciembre.....¡¡Tiempo al tiempo!!