José Alberto Novoa reconoce que la salida de Reino Unido no es una buena noticia pero pide valentía para afrontar este proceso “como un síntoma, no un problema”. Tiene claro que las políticas insolidarias y de recortes “han generado un fuerte desapego europeo”
“El Brexit no es el problema, sino el síntoma, la respuesta ciudadana ante un espacio europeo que se construyó para los pueblos pero ha terminado siendo un espacio para los negocios y los mercados”. Y es por ello que Izquierda Unida de Ávila responde a las dudas que genera la salida de Reino Unido de la Unión Europea “no con el pánico y el miedo con el que algunos mueven sus fundamentos, sino como la oportunidad que se abre a la Unión Europea como un proyecto aún con futuro si se sabe entender lo ocurrido, una situación desde la que reconstruir el proyecto como un espacio social, como un espacio ciudadano”.
José Alberto Novoa, coordinador provincial de Izquierda Unida de Ávila, pone sus ojos en las “políticas económicas, de recortes, ajustes y precariedad impuestas desde Bruselas, del modelo neoliberal y antisocial” como las causantes del “desapego que muchos ciudadanos tienen hacia el espacio europeo”. Y es por ello que “llamamos a reconstruir Europa desde un nuevo modelo de integración que ponga a las clases populares en el centro de las decisiones”. mNo tiene reparos José Alberto Novoa en que la salida de Reino Unido no es una buena noticia. “La solución no pasa por salidas aisladas en clave nacionalista, alimentadas desde la extrema derecha y la xenofobia. No es una buena noticia, porque se trata de una salida que no cuestiona el modelo económico en su conjunto”. Por ello “ese cuestionamiento debemos hacerlos aquellos que aún convivimos en un espacio común que debe reformularse. Es el momento de cuestionar toda la arquitectura de la UE y tener como pilares fundamentales la democracia y la justicia social. La economía debe ponerse al servicio de las clases populares” afirma.
Ante los mensajes contrarios al cambio, Izquierda Unida tiene claro que “debemos poner fin a la UE de las reformas laborales, de la pobreza energética, de los desahucios, a la Europa fortaleza insolidaria y cruel, a la UE exportadora de guerras y pobreza para combatir su discurso y su amenaza. Es una cuestión de derechos humanos”.
“La estabilidad no debe centrarse en las cifras macroeconómicas, no es la estabilidad de los mercados lo que debe primar, la estabilidad sólo se consigue a través de la justicia social, no gobernando a golpe de prima de riesgo”, ha sentenciado.