Cuando ya estamos ante la mirada de un joven de ambos sexos, que siente deseos sexuales y aún no sabe cómo enfrentarse al nuevo mundo que se le presenta.
Que ha de pasar de sus juegos y visiones infantiles para intentar ser como los adultos de su entorno, pero que aún no puede pensar y actuar como tales, decimos que estamos ante una visión Adolescente del mundo. Cuando la Humanidad en su conjunto, en las distintas culturas, se presentó ante la necesidad de abordar las relaciones sexuales de forma teórica, más allá del mero instinto del aquí te pillo aquí te mato, o soy el más fuerte y por ello cubro a las hembras, así como ante otros grandes problemas, tales como el de plantearse el resultado de su conducta y necesitar regular la misma, es cuando las culturas comenzaron a ver su entorno como lo haría un adolescente. En ese estado permanecemos aún las mentes más avanzadas de la actual Humanidad.
Ese Adolescente sabe que aún no es adulto, serio y responsable, pero ya debe dejar de ser un niño inconsciente al que todo vale siempre que sus padres le cubran sus necesidades. Aunque no posee del todo el Conocimiento para hacerlo.
Comienza ante todo a plantearse su Identidad. Nada le preocupa tanto como este asunto. Por ello de forma teórica, y por desgracia a veces con posibilidades de llevarlo a la práctica, ha comenzado a “ser esto, o lo otro”. A defender su raza o su geografía concreta. A decir que unas fronteras o las otras eran las suyas. Unas veces entorno a unas creencias, otras a unas costumbres. Lo que ha hecho la humanidad desde su etapa de adolescente ha sido crear etnias, culturas o civilizaciones, deseando ser una cosa y no la otra, pero en realidad nunca lo entendió nadie. El ejemplo más claro es el hecho de desear y ser judío. ¿Quién lo es? El que es de etnia racial Judía, el que cree en el Dios Judío. El que practica la ley Judaica, sigue el Talmud y practica los ritos, o el que proviniendo de ancestros judíos, como Barbra Streisand o Woody Allen, hace lo que le da la gana, no cumple rito alguno, pero dice que en el fondo es Judío.
Huelga decir que se ha intentado con el Nacismo defender esta o aquella raza. O con los límites territoriales decir que se es Chino o Ruso. Aunque se ha intentado más apoyados en una serie de tradiciones, costumbres y creencias. Pero que todo ello ha sido tan cambiante como que a veces en doscientos años no tenía absolutamente nada que ver un Ruso o Chino de una época o la otra. No digamos ya con ser Inglés, Británico, Bávaro o Alemán. Si metemos a España, quizá nos vamos todos, porque no sabemos si somos Gallegos, Catalanes, Vascos o Castellanos… O Españoles.
La Adolescencia es un batiburrillo de constantes cambios de posturas y sentimientos que llevan al joven a no entenderse a sí mismo, aunque a través de sus “Ideales” y ensoñaciones ocurrentes trata de entender y dominar el mundo que tiene delante. Aunque, como no posee conocimientos serios, ni los aplica, el resultado es una constante catástrofe. Esto es lo que le ocurre a toda la Humanidad desde los Helenos del S. VI A.C. que ha tratado de aplicar nuevas ideas más allá de la obediencia ciega –como un niño- a sus Dioses y Mitos, el resultado lo conocemos. Matanzas y cambios de política cada pocos años. Sí, ya lo sé… Aún no somos adultos.
Respecto al tema Sexual, la reproducción y el uso de las relaciones sexuales dentro de una cierta armonía, es algo que aún está lejísimos de una correcta ordenación. Las visiones infantiles –como pensaría un niño- es que el sexo es algo que no existe. Pero como hay que reproducirse lo hacemos por la mera fuerza física o imposición de propiedad de las hembras. El sexo ante todo es un Tabú del que no puede hablarse- compruébese todas y cada una de las religiones-. Para todas ellas era algo absolutamente desconocido su funcionamiento, y solo su Dios, a través de reglas castigadas con la muerte, lo regulaba. Un adolescente sí se plantea el sexo, porque lo siente, como la humanidad desde los Helenos y Romanos hasta hoy, pero con ideas estrafalarias. Sin orden basado en conocimientos biológicos y psicológicos algunos. Un desastre. Por eso hoy defendemos la libertad sexual, mañana –como los comunistas- las regula el partido y el estado. Imponemos unas reglas a los plebeyos pero nos reservamos otras para la Aristocracia. Prohibimos a esclavos, presos o enemigos su práctica… En fin, una locura constante.
Cuando termina ese permanente desorden es cuando surgen los conocimientos de nuestra propia Psico-Biología, nos aceptamos como somos, tal como ese lejano Dios, o la Madre naturaleza nos ha hecho, y aplicamos orden en las relaciones sexuales con su porqué, y hablamos de él y lo practicamos en armonía. Si lo hacemos así entonces ya estamos hablando de… Una Visión adulta de la Vida. Pero, repito, aún no hemos llegado a ella.
La humanidad, en su conjunto, como mente pensante y actuante, desde los Helenos hasta hoy día,- los más aventajados- vivimos en una visión adolescente del mundo en el que habitamos. Pensamos y actuamos como verdaderos adolescentes.
Quizá ya va siendo hora que empecemos a pensar y actuar como… Adultos.