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Rivera cumple y abre la veda hacia la figura del político 'responsable'
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Rivera cumple y abre la veda hacia la figura del político 'responsable'

martes 12 de noviembre de 2019, 12:21h

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Albert Rivera confirmó su dimisión como presidente de Ciudadanos y el abandono de la política en coherencia con su deseo de "asumir en primera persona" el hundimiento del partido en las elecciones de este domingo y de "ser feliz" comenzando una nueva etapa. Después de haber servido a los españoles lo mejor que ha sabido, dijo, ahora quiere "servir" a su familia y, ya que no ha podido ser "el presidente de las familias" ser al menos "mejor padre, mejor hijo, mejor pareja, mejor amigo".

Rivera compareció sin aceptar preguntas de los medios de comunicación visiblemente emocionado y solo ante el atril aunque arropado a pocos metros por todos los integrantes del Comité Ejecutivo, convocado esta mañana para analizar los resultados de las elecciones, en las que Ciudadanos ha conservado solo diez de los 57 escaños que obtuvo en abril y algo más de un millón y medio de votos de los más de cuatro millones de entonces.

Recordó que en julio de 2006 fue elegido "por casualidad" presidente de una plataforma "que no tenía ningún futuro" y que junto "a unos cuantos cuerdos muy locos, o locos muy cuerdos" se propuso que el centro político "volviera a existir" en España frente a los tradicionales "bandos".

Ese proyecto tiene ahora siete diputados en el Parlamento Europeo y gobierna a veinte millones de españoles en comunidades autónomas y cientos de municipios, que consiguió su mejor resultado en abril, con los mismos candidatos y las mismas propuestas que este domingo. A pesar de la derrota, se mostró convencido de que España sigue teniendo un espacio "liberal y de centro" y quiso dar las gracias a quienes lo han hecho posible en los últimos años. "Esto no es más que una estación, una parada en el camino", aseguró.

El domingo por la noche, nada más conocer los resultados, anunció su disposición a "asumir en primera persona" la derrota y la convocatoria de un congreso extraordinario. Alguien a quien se exoge para liderar un proyecto "no se puede esconder", argumentó, y por ello confirmó, tras comunicárselo a los miembros de la dirección, su dimisión como presidente para que los militantes decidan la forma y las personas con las que garantizar ese espacio liberal y de centro que muchos españoles siguen reclamando.

Reiteró, en ese sentido, su convicción de que los éxitos siempre son "de todos" pero los malos resultados deben ser asumidos por "el líder", como aprendió de su familia, de sus profesores y de sus entrenadores. Aunque haya quien piense que es justo o injusto, "es lo responsable", sentenció.

Anunció también que no cogerá su acta de diputado porque, después de cuatro años pellizcándose cada día que entraba en el Congreso de los Diputados por "el orgullo y el honor que supone servir al pueblo español" desde el Parlamento, no puede seguir siendo diputado "por una nómina". Ser diputado, dijo, es "un sentido de Estado, una forma de entender la vida y de entender la vida pública".

NO QUIERE "ATORNILLARSE" AL ESCAÑO

Por ello quiere ceder la Presidencia del partido a quienes los militantes elijan, y el acta de diputado a quien pueda estar "al 120%" y entrando cada día al Congreso "con una sonrisa y la felicidad de representar a los españoles", como ha estado él los últimos cuatro años desde que lo hizo por primera vez, en enero de 2016. "Nunca he estado atornillado a un escaño", afirmó.

Una vez confirmado ese paso atrás, Rivera quiso parafrasear al expresidente de Estados Unidos Barack Obama cuando dijo que si para ganar hay que dividir a la gente el país puede ser ingobernable. Como liberal, moderado, constitucionalista, reconoció que le preocupa "el país que hay que gobernar ahora", y deseó "suerte y mucho acierto" a quienes tengan que tomar las decisiones que él ya no va a tomar.

"No hay excusas", dijo, para liderar un país que no puede volvera "a rojos y azules", "al odio y al sectarismo". Desde la distancia, aseguró, espera poder ver "cómo se recompone la unidad nacional y los valores constitucionales".

Después de las dos decisiones políticas de dejar la Presidencia del partido y de no coger su acta de diputado, Rivera anunció la personal de dejar la política y de volver a la sociedad civil de la que procede. Dejó claro que ha disfrutado y aprendido, que se ha sentido "orgulloso de pasear por este país" al que ha intentado servir "con toda humildad".

Seguramente cuando acabe su vida sentirá que "lo más bonito" que ha hecho ha sido "servir a España" desde la política, pero quiere seguir disfrutando y "ser feliz". "La política lo ha sido todo" en los últimos años pero "la vida es más que la política" y ahora quiere "servir a otra gente" con quienes no ha podido estar en los últimos años, sus padres para que "dejen de sufrir"; su hija, con la que ha pasado "menos horas de las que debía y menos fines de semana de los que me tocaban", su pareja, que ha permanecido a su lado "en todo momento contra viento y marea"; y sus amigos, que le veían únicamente por la tele.

Con gratitud, sin rencor, dijo a los suyos, "permitidme que siga mi camino con aquellos que más quiero" y ya que no va a poder ser el presidente de las familias al menos ser "mejor padre, mejor hijo, mejor pareja, mejor amigo". "Hasta siempre, hasta luego, hasta pronto. Viva la libertad", fueron sus últimas palabras en el atril de la sala de prensa de la sede de Ciudadanos antes de que subieran a abrazarle, también visiblemente emocionados, José Manuel Villegas, Inés Arrimadas, Begoña Villacís, Miguel Gutiérrez, Marta Rivera, Marta Martín, Edmundo Bal y otros dirigentes del partido.

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