La suspensión del Mobile
sábado 15 de febrero de 2020, 20:20h
El fracaso del gobierno de Sánchez y las autoridades catalanas de conseguir que se celebrase la edición 2020 (ni siquiera se plantean aplazarla), tiene tres principales razones y ninguna es el coronavirus, como demuestra la celebración de ferias semejantes en Amsterdam, o el próximo ARCO, en Madrid.
- En primer lugar, el clima de hostilidad de Barcelona. Las continuas declaraciones fuera de lugar de la alcaldesa y su equipo de gobierno, contra la propia feria y sus visitantes, con artículos sobre que el 5g es cancerígeno, en la propia web oficial del Ayuntamiento, además de las huelgas de transportes y taxis durante la exposición, los cortes de calles, las eliminaciones de los VTC y los inconvenientes y la imagen de caos y altercados provocados por el proces.
- La falta de rentabilidad, derivada de la avaricia de los organizadores y de todas las entidades que explotaban el Mobile, desde hoteles y taxis hasta la propia organización de la Fira de Barcelona, con precios abusivos (multiplicados por 10 o por 20) que reducían los márgenes y, desde luego, no proporcionan beneficios claros a los expositores.
- Por último, aunque no menos importante, es una llamada de atención de las grandes multinacionales tecnológicas, especialmente norteamericanas. Los anuncios del gobierno de Pedro Sánchez y sus aliados separatistas y comunistas de imponer, unilateralmente, tasas especiales para recaudar fondos con destino a ese gasto público que se dispara. Google, Amazon, Facebook o Apple no están dispuestos a aceptar algo que no se negocie globalmente en la OCDE.
Por todo ello, es dificil que el Mobile 2021 se pueda seguir celebrando en Barcelona y mucho menos que se renueve el contrato, en 2022, de la cita en Cataluña, frente a otras ciudades como Londres, París o Milán donde no hay un clima tan hostil, las autoridades colaboran y la rentabilidad está más clara.
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