En complicidad con Rusia y Cuba, Mauricio Macri, que fue el anterior presidente de la nación Argentina, acusa directamente a dicho país de haber iniciado una tercera guerra bacteriológica mundial especialmente para bombardear a los países occidentales y América, ya que la crisis económica que se avecinaba perjudicaba a los países comunistas.
En una declaración de sorpresa, Macri dice tener información confidencial que apunta a que el virus Covi-19 fue fabricado en laboratorios chinos con la intención de ser lanzado al mundo occidental, y provocar millones de muertes y la paralización industrial en todo el mundo, pero que previamente se habían vacunado los países comunistas protegidos por China, como son su cómplice Putin y el gobierno de la Habana, donde apenas les llegarán algunas muertes mientras que la enfermedad se cebará en Europa y los países americanos.
Incluso afirma que Cristina Fernández de Kirchner, actual vicepresidenta de Argentina, se marchó a Cuba con anterioridad a la llegada del virus porque estaba avisada y así evitar la enfermedad.