La segunda fase de la campaña para controlar la población de topillos, llevada a cabo por la Institución provincial en colaboración con la Junta de Castilla y León, comenzó en Arévalo el pasado 10 de agosto y ya son 21 las localidades abulenses donde se ha intervenido.
Álvarez de Alba ha señalado que “se sigue trabajando con tres máquinas de la Diputación y una más contratada por la Mancomunidad de La Moraña”.
Los municipios en los que más se ha incidido con estas actuaciones son las seis localidades abulenses donde la Junta de Castilla y León detectó una mayor población de estos roedores, entre los que se incluyen los términos de Langa, Horcajo de las Torres, Rasueros, Mamblas, Madrigal de las Altas Torres y Blasconuño de Matacabras, aunque otros pueblos de la zona como los que hoy ha visitado el diputado provincial también están siendo objeto de estas tareas.
El diputado de Agricultura ha destacado “la colaboración y cercanía de los técnicos de la Junta de Castilla y León que están participando en estas labores tan importantes para el campo abulense y de las que ya estamos viendo sus frutos”.
A finales del pasado mes de julio, y a petición de las organizaciones profesionales agrarias, la Diputación comenzó a destinar medios humanos y materiales para detener el incremento de la población de topillos y evitar así que el problema que tanto afecta a las explotaciones agrícolas se descontrole. La primera fase concluyó el 7 de agosto y la segunda se inició tres días después.