Hoy, el presidente Macron, hombre que no parece un socialista radical, ha dicho que constituye una de las mayores batallas de futuro por el bien de toda la Especie Humana. Las nuevas élites que quieran guiar nuestro futuro han de estar plenamente concienciadas que la defensa de la mayor y mejor limpieza de todo nuestro entorno. Está ya demostrado que es un tema clave para la mejor supervivencia de toda nuestra Especie.
Ya no hablamos de temas lejanos ni tangentes a toda nuestra actividad. La defensa de la mejor limpieza del aire, de los mares o de la capa de gases que protegen el planeta Tierra, nuestra casa, es mantener limpio de enfermedades e impurezas nuestro hogar. ¿Quién se atrevería a defender que no es algo de primera necesidad para todos nosotros?
Hemos de ser plenamente conscientes que si no invertimos las cantidades de tiempo, dinero y dedicación necesaria, para la mejor conservación de nuestro entorno, tarde o temprano estará tan lleno de basura, o de productos contrarios a nuestra salud, tan ingentes, que cuando suframos directamente las consecuencias puede que ya sea tarde para comenzar la limpieza. Y, no nos engañemos, el viejo dicho de más vale prevenir que curar, es hoy, en este asunto crucial, más importante que nunca.
En el pasado uno de los mayores y mejores avances de la especie Humana sucedió cuando los pueblos urbanos más desarrollados descubrieron y aplicaron el alcantarillado. Hasta ese momento sabemos que el simple consumo de aguas infectadas llevaba a la rápita propagación de las enfermedades infecciosas. Ahora ya nadie duda que una buena limpieza de una ciudad es el primer, y puede que el mayor y mejor, de sus médicos.
En un tema científico de primer orden las investigaciones y las aplicaciones de esos conocimientos para combatir el cambio climático, aunque una parte importante de los pensadores también afirmen si no se está sobredimensionando este aspecto, pero la simple necesidad de la limpieza de los mares la vemos todos, todos los días.
No hace falta grandes estudios y descubrimientos, soy, y me he criado, en uno de los más famosos ríos trucheros de León, y no hace falta que venga ningún científico a enseñarle a nadie del pueblo que, los cangrejos, truchas y peces del pasado, hace tiempo que ya han desaparecido. Viví la época en que el lecho del rio estaba lleno a cada paso de cangrejos muertos. También es conocido que se ha extinguido toda esa fauna por la ausencia de limpieza. Por los distintos contaminantes que se han vertido sin control alguno. Los primeros, las autoridades públicas, los alcantarillados vierten al rio sin depuradora alguna desde hace décadas.
Debemos tomar conciencia que si queremos construir una sociedad más justa y equilibrada, primero ha de poder sobrevivir. Y para ello es imprescindible que su entorno esté sano. Si no es así, no hace falta que luchemos por ninguna igualdad social.
La formación que hemos de impartir desde la simple guardería es que hemos de comenzar por esa colilla, o papel sucio. Que debemos ser limpios, en lo pequeño y después en lo grande. Los efectos del vertido de petróleo hay zonas del planeta que aún no se han recuperado desde hace décadas. Y aquí nos unimos todos, desde los vertidos de los EEUU hasta los de Galicia o de cualquier país pobre, no se libra absolutamente nadie.
La defensa de la limpieza de todo nuestro mundo es un tema que nos atañe a todos, redunda directamente en la salud de todos y es un asunto de los más trascendentes para el futuro si pretendemos que la especie Humana sobreviva y se expanda por el sistema solar. Son las Élites las que deben tomar conciencia primero, y enseñarlo y exigirlo a los demás, después.
Nuestro planeta es nuestro hogar, debemos mantenerlo limpio y sano.
Sobre el autor
Carlos González-Teijón es escritor, sus libros publicados son Luz de Vela, El club del conocimiento, La Guerra de los Dioses, El sistema, y de reciente aparición “Psicología de virtudes y pecados”.