En memoria de mi hermano Javi, siempre estarás en mi recuerdo.
Llega un 1 de diciembre más, “Día mundial en la lucha contra el SIDA”, una enfermedad demasiado invisibilizada en los últimos tiempos. Da la sensación de que la sociedad y las instituciones hayan bajado la guardia ante esta cruel pandemia.
Ya tenemos presidente y gobierno, próximamente también la amnistía que lo ha propiciado.
| (Foto: Borja Puig de la Bellacasa) |
Una cosa está clara, y es que Pedro Sánchez es un hábil político, ¿o podemos dar otra explicación?
Vivimos tiempos especialmente oscuros, terribles en algunos instantes.
La derecha siempre que han existido protestas o manifestaciones por parte de sectores progresistas de nuestra sociedad las han tachado de agresivas, que van contra la libertad o atentan contra la Constitución.
Nací hace 75 años en la calle Ferraz 70 de Madrid, actual sede del PSOE. Jugué de crío por esa calle y por el parque de Rosales junto a mi amigo de entonces Patxi Andión, que nació en el número 68.
En unos días Pedro Sánchez volverá a ser investido presidente del Gobierno. Necesitará a parte de la derecha más recalcitrante de nuestro país, la burguesía nacionalista vasca y catalana.
Las consecuencias del criminal atentado en Oriente Medio vuelven a reeditar vetustas pe-sadillas que parecían periclitadas.
Semanas llevamos oyendo y hablando de la amnistía y, por lo tanto, semanas llevo reflexionando sobre ella. Su conveniencia, su justificación, su sentido, abordando el asunto desde una perspectiva más filosófica e ideológica que pragmática. Y todas las perspectivas desde las que abordo el tema, están ya alumbradas por la sensación primera de no estar de acuerdo.
¿Qué ocurre cuando abrimos una nuez y no hay nada dentro? No desesperes, puede ser peor, que la abras y encuentres a Errejón. Dejando a un lado las bromas, aunque éstas se hayan convertido en la materialización de lo que es parte de nuestra clase política, centrémonos en la sustancia.
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