Albert Rivera confirmó su dimisión como presidente de Ciudadanos y el abandono de la política en coherencia con su deseo de "asumir en primera persona" el hundimiento del partido en las elecciones de este domingo y de "ser feliz" comenzando una nueva etapa. Después de haber servido a los españoles lo mejor que ha sabido, dijo, ahora quiere "servir" a su familia y, ya que no ha podido ser "el presidente de las familias" ser al menos "mejor padre, mejor hijo, mejor pareja, mejor amigo".